La Autonomía seguía en el aire y el guirigay político a costa de ello continuaba en marcha. Después de las promesas que daban por aprobados los Estatutos de Autonomía para Ceuta y Melilla para enero de ese año según el ministro de Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, volvía la incertidumbre sobre la fecha de aprobación, pendiente aún del acuerdo entre PP y PSOE. Además ambos partidos no se ponían de acuerdo. Mientras el PP decía estar a la espera de la respuesta del Ministerio a su borrador de estatuto, el Ministerio alegaba estar a la espera del pronunciamiento del PP.
Entre tanto, Juan Manuel Bada Requena tomaba posesión como nuevo comandante general de Melilla.
Sánchez Gris inauguraba una nueva exposición de pasos de Semana Santa en miniatura.