El arzobispo de Tánger, monseñor Peteiro Freire declaraba que se asistía a una marroquinización progresiva de Ceuta y Melilla, cosa que "es lógica" en "un proceso natural y sin violencia". Explicaba que en ese momento en el que la juventud española se marchaba de ambas ciudades y la población estaba envejeciendo, "la población marroquí, que es más joven, está cogiendo el relevo". La prensa marroquí hacía cuenta de estos comentarios recogidos en el diario El Mundo.
Nacía una nueva plataforma ciudadana, integrada por aquellas fuerzas políticas, económicas y sociales que se posicionan en en contra del texto autonómico consensuado para Ceuta y Melilla por los dos partidos nacionales. La idea era exigir una autonomía plena para ambas ciudades.