El grupo mixto proponía excluirse durante un año de cualquier fórmula de gobierno, para facilitar el desbloqueo de las negociaciones que mantenía la oposición con el partido de Mustafa Aberchán. La iniciativa suponía la aceptación, por parte de los disidentes, de la propuesta de CPM, en el sentido de darles participación pero en un segundo escalón de la gestión públicas, concretamente en las sociedades municipales, que los disidentes de PIM y GIL reclamaban presidir. Continuarían entre tanto las negociaciones entre los partidos para buscar solución a la crisis política de la Ciudad. Trasmediterránea y Binter se comprometían con el delegado del Gobierno, Arturo Esteban, a introducir mejoras en las comunicaciones entre Melilla y la Península durante el verano.