Continuaban los registros en los domicilios y locales de los quince detenidos en la ciudad dentro de una operación que seguía desarrollando en ese momento la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en Melilla y que al parecer, puesto que las autoridades mantenían un total secretismo, se centraba en la lucha contra el narcotráfico. La Guardia Civil impidió a la prensa poder tomar fotografías del traslado de los detenidos, hasta el punto de encañonar con un arma al fotógrafo de este periódico y conducirlo a los calabozos.
El Gobierno central decidía que finalmente no llegarían a Melilla, en concreto al recién concluido Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), refugiados kosovares.
El Caja Rural Melilla vencía por 80 a 78 al Lugo.