La huelga general prevista para el día 14 de diciembre parecía irremediable a tenor de las manifestaciones de los líderes sindicales de Melilla. El Gobierno hacía caso omiso de los preavisos y de las demandas de mejoras laborales y económicas. La Delegación del Gobierno ya contaba con la comunicación legal del parón del 14, fecha en la que los funcionarios no acudirían a sus puestos de trabajo, salvo los prestadores de servicios mínimos.
La representación de las Fueras Aéreas en Melilla celebraba, acompañaba por jefes de unidades y las más altas jerarquía de la Zona Militar, la festividad de la Virgen de Loreto, patrona de la Aviación Española. Una misa en la Parroquia Castrense y una copa de vino rubricaron la tradicional celebración del calendario castrense.