Nunca había sido tan intensa la presencia parlamentaria de los senadores melillenses como lo sería a partir de marzo de 2001 cuando se constituyera el Grupo Territorial de Melilla y Ceuta en la Cámara Alta. La nueva corporación, semejante a la figura de los lobbies americanos, tendría la facultad, según el Reglamento del Senado, de tomar la palabra en cuantos debates y análisis de proyectos de ley pudieran afectar mínimamente a ambas ciudades.
Los responsables de Medio Ambiente querían llegar a la cifra de 600.000 kilogramos de envases de vidrio al año recuperados en la ciudad. En esos momentos se recogían 200.000 kilos y la Ciudad Autónoma, a través de una campaña, buscaba la concienciación de los melillenses y su implicación en el reciclaje de residuos.