El mayor control de las autoridades españolas por la zona del estrecho de Gibraltar provocaba que se desviase el tráfico de pequeñas embarcaciones a la cercana provincia de Nador. Una indeterminada cantidad de inmigrantes esperaba en los alrededores de Melilla a las salidas que, a diario, si las condiciones meteorológicas lo permitían, se realizaban desde puntos cercanos a Cabo de Agua y Karia.
La presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas, Mª Orlinda Montiel, aprovechaba el acto de bendición de los animales de compañía en la festividad de San Francisco, para recomendar a los ciudadanos que no dejasen procrear a sus animales si después los iban a abandonar para no hacerse cargo de las camadas que tuviesen.