La palabra caos definía la situación vivida en la Huerta Salama con la venta de corderos traídos desde la Península para hacer frente a las necesidades de la comunidad musulmana ante la próxima festividad del Aid el Kebir y las prohibiciones impuestas por el brote de fiebre aftosa en el Magreb. Se formaron grandes colas de compradores de los dos mil corderos traídos a la ciudad, mientras que sólo dos personas atendían a los clientes.
Los socialistas en asamblea aprobaban la candidatura de Román Dobaño a la Presidencia de la Ciudad Autónoma. De los 25 que integraban la lista, once eran mujeres, no había ningún miembro de UGT, casi todos eran jóvenes profesionales melillenses y sólo Dobaño y Rafael Hernández tenían experiencia política, porque habían sido concejales.