El ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, de visita en Melilla, negaba que su viaje tuviera un corte electoralista y anunciaba que, a corto plazo, el ejecutivo central estaría en condiciones de atender las “reivindicaciones históricas” de los melillenses en cuestión de comunicaciones y transportes aéreos y marítimos. El ministro, sin embargo, no adelantaba en qué constituiría esas mejoras.
El gobierno de Mustafa Aberchán costaría a los melillenses 179,5 millones de pesetas en el año 2000, según constaba en el anteproyecto presupuestario que el portavoz del Ejecutivo loca, José Megías, desgranó públicamente. Esta cifra suponía un aumento de 77,5 millones respecto al año 1999, un aumento motivado por el mayor número de áreas de gestión.