El diputado local del PP, Ernesto Rodríguez, hacía público el primer compromiso electoral que asumía su partido, que no era otro que solucionar definitivamente el problema del agua en Melilla. La fórmula que planteaba no era nueva: desalinizadora como elemento principal, pantano y estación de bombero ante la eventual llegada de buques-tanque. La fórmula, firmar los convenios pendientes con Medio Ambiente si ganaban las próximas elecciones.
La Comisión de Medio Ambiente decidía que los centros asistenciales, ONGs y entidades religiosas, estuvieran exentas del pago de la factura del agua.
El Colegio Público Real celebraría una nueva votación entre los padres de alumnos para instaurar en el centro la jornada escolar continuada.