El director provincial del MEC, José Luis Vereda, afirmaba que no abandonaría el cargo. Organizaba una rueda de prensa para expresar su postura con respecto al documento crítico hecho público por la Junta de Personal de común acuerdo con los directores de Primaria, lo que le daba pie para descalificar a determinadas organizaciones y representantes sindicales. Además advertía de que no iba a consentir que problemas externos e internos del PP repercutieran en la gestión educativa. La Federación de Padres y Madres de Alumnos de Melilla pedía la dimisión del director provincial del MEC.
La Delegación del Gobierno y entidades religiosas acordaban traer de la península algo más de cuatro mil borregos para que sacrificaran en el Aid el Kebir, ante la imposibilidad de importarlos desde Marruecos.
