Las conversaciones para formar un gobierno de concentración en Melilla entraron en "punto muerto" tras conocerse la intención del presidente de la Ciudad Autónoma, Mustafa Aberchán, de concurrir a las elecciones generales en unión con el Partido Independiente de Melilla (PIM), su socio de Gobierno en ese momento, y posiblemente también del PSOE. Según el PP y UPM, esa situación suponía "un escollo" para alcanzar el pacto, al considerar "absurdo" entrar en el gobierno para darle una estabilidad que en el plazo de dos meses se rompería "al generarse dos bandos en contienda electoral". Sin embargo, CPM y PIM anunciaron que no se dejarían coaccionar en su intención de presentarse a las Generales, y acusaron al PP y UPM de actuar "de forma autoritaria".