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Guelaya y SEO piden a Salud Animal que evite un descaste masivo de pollos de gaviotas patiamarilla en Melilla

Los ecologistas señalan que no puede considerarse bioético que se retiren el 24% de los huevos y se maten el 76% de los pollos de gaviota patiamarilla en Melilla

Las asociaciones ecologistas Guelaya y SEO/Birdlife han mantenido una reunión con la viceconsejera de Políticas Sociales y Salud Animal en la que han solicitan han solicitado que evite un descaste masivo de pollos de patiamarilla y propone soluciones para esta cuestión, entre ellas el control sobre estas aves se realice sobre los huevos y solo “en última instancia” sobre los pollos. Estas organizaciones han subrayado que evitar las quejas de los vecinos, por la cada vez mayor presencia de este tipo de gaviotas, “no justifica admitir la falta de bioética y matar a 400 pollos de gaviota cada año”.
La entidad que preside José Cabo ha informado que representantes de SEO/Birdlife y Guelaya han mantenido una reunión con la viceconsejera Francisca Maeso para buscar soluciones ante el descaste masivo de pollos de gaviota patiamarilla que viene sucediéndose año tras taño desde que en 2017 se contrató por primera vez a una empresa para el control de la gaviota de la gaviota patiamarilla.

Según ha asegurado, la situación es conocida en Melilla, después de que las gaviotas patiamarillas se hayan adaptado a reproducirse en los techos, cubiertas y solares aislados de nuestra ciudad. “Pero la percepción de riesgo que las personas sienten cuando las gaviotas defienden a sus pollos con sus picados han provocado quejas ciudadanas que si bien no responde a una peligrosidad real sí se perciben como tal” ha querido dejado claro. Al respecto, ha destacado que desde hace cuatro años la Consejería de Medio Ambiente paga a una empresa para que realice el control de la población de gaviotas patiamarillas con el objetivo de que vuelvan a anidar en los acantilados y se eviten las molestias a las personas.

Guelaya y SEO/Birdlife han detallado que en 2017 el censo de gaviotas se estimaba en 366 nidos, mostrando un incremento de 130 nidos con respecto a ocho años antes, realizados ambos censos por SEO/Birdlife. En ese año se produjo de acuerdo con los datos de 2017 la recogida de 121 huevos y 378 pollos, que fueron sacrificados de acuerdo al contrato que la Consejería de Medio ambiente suscribió con la empresa.

En este sentido, ha subrayado que “no puede considerarse bioético que se retiren el 24% de los huevos y se maten el 76% de los pollos de gaviota patiamarilla en Melilla. En 2020 -han añadido- la empresa contratada para el control de las gaviotas patiamarillas en Melilla constató un ligero aumento de la población. Por lo tanto las cifras anteriores solo han podido aumentar este año, demostrando que el control no está siendo efectivo hasta ahora”. De este modo, han destacado que el control de la gaviota patiamarilla sí ha conseguido en cambio que el aumento en su hábitat natural desplace a la “protegida” legalmente gaviota de picorojo que ahora depende de las atenciones que se le dispensan en el acuartelamiento Capitán Arenas “donde ha conseguido, y permítase la expresión, “acuartelarse” para seguir viviendo en nuestro territorio” ha apuntillado la entidad que dirige José Cabo.

Para Guelaya, la clave es que no se están siguiendo las instrucciones técnicas que la Consejería incluyó inicialmente en el pliego de condiciones de acuerdo a las recomendaciones del censo encargado a SEO/Birdlife, que están orientadas al parafinado de huevos y al control de nidos para evitar que eclosionen.

Así, han manifestado que el descaste ha pasado de ser la “última instancia” del contrato actual a convertirse en los últimos tres años en la medida habitual. Este año aproximadamente 400 pollos serán “descastados”, ya lo están siendo, si no se hace algo con urgencia.

Propuestas para 2021/22
Guelaya propone tres medidas esenciales. Para este año, piden disponer de un servicio de “guardería” de pollos desde junio hasta agosto, recogido en el contrato de recogida de animales, y en todo caso, ampliándolo o con un nuevo contrato de emergencia.

Para el año que viene, plantean la modificación del contrato por parte de la Consejería de Medio Ambiente que el año que viene tendrá que ser renovado para que la actuación se centre en los meses de marzo, abril y mayo en el control de nidos y parafinado de huevos para evitar las quejas de los vecinos. Por último, la creación de un centro de recuperación de fauna para que se haga cargo tanto de las especies protegidas como de otras especies urbanas, tanto en el caso de aves como de otras especies marinas y terrestres.

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