Esta es una de las peticiones que han expuesto durante una concentración de protesta ante la puerta del Palacio de la Asamblea, en la que también han exigido el cese de Hassan Mohatar: “Los incompetentes deben dimitir”
La asociación Guelaya-Ecologistas en Acción y el Movimiento en Defensa del Arbolado han pedido a la Fiscalía que abra una investigación sobre la caída de un eucalipto centenario en la Plaza Daoiz y Velarde, donde la Consejería de Medio Ambiente está llevando a cabo unas obras de remodelación. Esta es una de las peticiones que han expuesto durante una concentración de protesta ante la puerta del Palacio de la Asamblea, que ha contado con poca afluencia de personas, en la que también han exigido la dimisión del consejero, mostrando pancartas calificándolo como “el terror de los árboles” y “Destroyer”.
“Los incompetentes deben dimitir”, era otro de los lemas de pancartas que llevaban algunos asistentes, que han sostenido durante la protesta dos grandes lonas en las que se podía leer “En defensa de nuestros árboles” y “Basta de ecocidios”.
Tres representantes de las entidades ecologistas han leído un manifiesto en el que han hecho una serie de peticiones, una de ellas que la Fiscalía investigue lo sucedido “cuando un árbol que no estaba asegurado en la obra pudo costar la vida a una ciudadana”.
También reclaman al consejero que dé a conocer el informe técnico que Medio Ambiente tuvo que remitir a la empresa adjudicataria de la obra “con las instrucciones sobre cómo realizar las zanjas que pudieran afectar a las raíces de los árboles”.
Asimismo, han pedido a Mohatar que les autorice a visitar el lugar donde están depositados los restos de los tres árboles que ahora faltan en la plaza, el que se cayó y los dos derribados por los operarios por seguridad, para comprobar si estaban enfermos, tal y como sostiene el consejero.
“Si no tiene nada que ocultar, que nos deje comprobarlo. Pero tiene que hacerlo ya, porque un árbol cortado puede desarrollar enfermedades en breve tiempo”, han apuntado en el manifiesto.
Una comisión independiente
Los ecologistas quieren que se investiguen las causas por las que cayó el árbol, hiriendo a una mujer, cuyo vehículo quedó totalmente aplastado en su parte trasera. En concreto, Guelaya y el Movimiento en Defensa del Arbolado exigen una comisión independiente en la que se incluya a personal con conocimientos ambientales para que investigue las causas que han llevado a la caída de uno de estos grandes árboles sobre un vehículo, hiriendo a su ocupante, y las acciones posteriores que han terminado con “otros dos grandes árboles tumbados con empleo de maquinaria pesada”.
En definitiva, ambas entidades quieren saber “si la acción de socavar las raíces de estos árboles de 80 años estaba supervisada por el equipo técnico de la consejería, y si es así, saber si se redactó un informe y cuál era su conclusión”.
Otra exigencia de los ecologistas es que se depuren responsabilidades entre el personal de la Consejería de Medio Ambiente y el de la empresa que está ejecutando las obras de remodelación en la Plaza Daoiz y Velarde.
Guelaya y el Movimiento en Defensa del Arbolado justifican su petición de dimisión de Hassan Mohatar al frente de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad “no sólo por constatarse que ha mentido reiteradamente cuando afirmaba que no se arrancaría ningún árbol de la plaza y que los eucaliptos no sufrirían ningún daño”.
“La gota que colma el vaso”
Para ambas entidades, lo ocurrido este miércoles en la Plaza de Daoiz y Velarde “es la gota que colma un vaso”, ya que en esta legislatura son muchos los árboles que se han ido perdiendo en las calles de Melilla.
Así, han enumerado los eucaliptos del talud del antiguo cuartel de Regulares (Batería Jota); los ficus de la calle Conde de Alcaudete (Industrial); las jacarandas de las calles Severo Ochoa y Conde de Serrallo (centro); las acacias de Luis de Ostáriz (centro), las palmeras apeadas del Paseo Marítimo y muertas en el Parque Forestal; el arbolado de las calles General Villalba e Infantas de España (Real) y de la calle Francisco Pizarro (Batería Jota); y el “desastre” del Parque Lobera (centro).
También se han referido a “las podas salvajes y continuas que nos roban la sombra y están debilitando nuestro patrimonio forestal” en los árboles de Melilla. “Al frente de la Consejería de Medio Ambiente no puede estar una persona que está colaborando por acción u omisión en su destrucción, por ello pedimos su dimisión”, argumentan ambas entidades.
“Los árboles tenían pinta de estar sanísimos”
Manuel Tapia, uno de los dirigentes de Guelaya, ha defendido, durante la concentración, la necesidad de que les dejen examinar los tres árboles que ya no están en la plaza del Tesorillo, aunque hayan sido troceados por los operarios para su retirada, porque creen que no estaban enfermos, como asegura el consejero.
“Creemos que de enfermos no tenían nada. La pinta que tenían era de estar sanísimos. Llevaban cien años allí y ha llegado una obra y de pronto han caído con toda la facilidad del mundo. Es una cosa muy extraña”, ha apuntado Tapia.
“Vamos a ver si estaban huecos”, ha insistido el responsable de Guelaya, que considera “un dislate” que las obras sigan adelante por el riesgo de que puedan desaparecer pruebas de las causas que han provocado la caída de los árboles.
Tapia, que cree que el consejero “no se está enterando de nada” por las declaraciones que ha hecho, insiste en que no era un capricho de los ecologistas que se salvaran los eucaliptos centenarios de esa plazoleta, sino una petición de los ciudadanos, y ha defendido el arbolado de Melilla como algo que “tendrían que estar vendiendo en Fitur y no otras cosas”.
Rosa González, presidenta de Guelaya, ha lamentado que ahora se ha vuelto a cometer el mismo error que con los árboles de Severo Ochoa u Conde del Serrallo, donde varias jacarandas quedaron con las raíces al aire y se cayeron al no estar asegurados ante el viento. Asimismo, ha animado a la víctima a que denuncie a la Consejería: “Tiene mucho que ganar”.
