El entrenador del Melilla Baloncesto, tras la abultada derrota en Ourense, se muestra pesimista y se cuestiona su continuidad al frente del equipo.
Gonzalo García de Vitoria, quien volvía a la que fue su casa durante ocho años, comenzaba su intervención ante los medios elogiando tanto al COB como a sus seguidores. “Hicieron un partido espectacular y cuando hay que hacerlo. La afición muy metida y el pabellón chulísimo”. También quiso dar las gracias a los aficionados por su “cariño y respeto”, siendo esto para él “las cosas más importantes que te deja el baloncesto, más que ganar un partido o un título. Recoger cariño por el trabajo en el deporte es difícil y, por ello, estoy muy agradecido”, afirmó.
Y del partido aseguró que había “poco que decir”, aunque sus palabras fueron contundentes. “Hicimos un ridículo soberano, dimos vergüenza. Nuestra puesta en escena fue para que nos multen, manchamos el escudo del club e insultamos a la ciudad. Es el primer partido que jugamos así, pero cuando nos estamos jugando la vida jugamos de este modo, pues no merecemos ni el salario que nos pagan”. En definitiva, “un Ourense conectado, muy bien y nosotros una auténtica broma”.
El entrenador bilbaíno se mostraba también muy crítico con la actitud de sus chicos. “Se tienen que dar cuenta que cuando pierdes pasan cosas y ya veremos cómo queda todo. Estoy muy quemado, es la primera vez en mi vida deportiva que tengo esa sensación y hablaré con el club para ver qué decisión tomo o que decide la entidad. Porque para hacer el ridículo y pasar vergüenza en un campo no estoy, tengo ya muchos años para eso”, aseguró.
Por buscar una explicación al naufragio del decano en el Pazo Paco Paz, Gonzalo García declaraba lo siguiente: “Al contar con un equipo tan joven, parece que los jugadores no son conscientes de lo mucho que nos estamos jugando y eso por mucho que lo expliques…, y es lo que se ha visto. Los cinco primeros que entraron al campo fue una broma y es que los cuatro primeros ataques de ellos acabaron con cuatro rebotes ofensivos. Todo lo que hemos trabajado durante la semana, nada de nada, egoísmo y un auténtico desastre, y además hemos perdido el average, aunque era lo de menos”.
Por las sensaciones, añadió, “es el peor partido desde que llegué a Melilla, y, si vamos para abajo en vez de ir para arriba y el equipo está peor que cuando estaba Óscar Lata, a lo mejor el club tiene que buscar otra persona para lo que resta de temporada”, concluyó el vasco su rueda de prensa.
