El consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, anunció ayer diferentes medidas que ha adoptado su departamento para intentar frenar la venta ambulante ilegal, un problema que, admitió, se viene produciendo “desde hace mucho tiempo”. Una de ellas será el incremento de la presencia policial, aunque apuntó que el origen de este problema se encuentra en la frontera con Marruecos, por donde entra esta mercancía para su venta en Melilla. A su juicio, hay que intentar controlar que el pescado que llega sea entregado únicamente a los pescaderos con permisos y licencias para venderlo legalmente. González recordó que “el foco” de la frontera “se le escapa” a la Ciudad Autónoma porque no controla la entrada del pescado en la frontera, pero indicó que intentará trabajar con la Delegación del Gobierno y la Guardia Civil para que el control sea exhaustivo, ya que “hay personas que pasan la frontera directamente con los cubos” para después venderlo en las calles de Melilla.
El consejero de Seguridad Ciudadana se refirió a otra cuestión que se da últimamente en nuestra ciudad, desde que las pescaderías se han ido asentando en diferentes barrios. Esto ha provocado que el pescado que entra por la frontera vaya al mercado, y de ahí a las tiendas. Pero en ese tránsito, se aprovecha para entregar mercancía a los vendedores ambulantes. “En ese punto es donde quiero volcar el esfuerzo de la Policía Local para impedir que esas personas que venden ilegalmente tengan material”, apuntó González.
Más presencia policial
Hacia ese objetivo se está enfocando el trabajo de la Policía Local, dado que como dijo el consejero, serían necesarios muchos efectivos para poder controlar a todos los vendedores ambulantes que hay en Melilla, dando “una imagen dantesca” por la presencia de mercancía que se vende en la calle cerca del centro o de “mercados donde hay personas que pagan sus impuestos y compran la mercancía de forma legal”.
De todos modos, anunció la intención de su departamento de aumentar la presencia de la Policía Local en el barrio del Polígono, donde está ubicado el Mercado Central. También apuntó que algunos días habrá presencia permanente de la Policía Local en el mercadillo del Sepes para disuadir y sancionar a quienes se colocan allí sin licencia, perjudicando a quienes sí ejercen legalmente.
Otra de las medidas que ha adoptado la Policía Local es una reestructuración de la unidad de Medio Ambiente para planificar su trabajo de distinta manera, por lo que González confió en que pronto se puedan ver resultados.
También destacó el “importante trabajo” que se está desarrollando desde la Consejería de Presidencia y Salud Pública para concienciar a los ciudadanos de los riesgos que corren si adquieren estas mercancías y las sanciones que podrían afrontar los vendedores sin licencia.
