Con el agradecimiento a Dios, a sus superiores, a su mujer Fina, a sus hijos Fernando y Leticia y a los familiares de los componentes de la guarnición de Melilla, a través de su alocución, el general de división Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, rindió sentido homenaje a todos aquellos que han contribuido de alguna manera para que en la mañana de ayer pudiera asumir el “honrrosísimo puesto de comandante general de Melilla en el que tantos extraordinarios oficiales generales de notable reputación en el Ejército y en nuestra Nación me han precedido”. Al filo del mediodía de ayer tuvieron lugar los actos de entrega de Mando al nuevo comandante general de Melilla, general de división, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu.
El acto que estuvo presidido por el teniente general José Ignacio Medina Cebrián, jefe de la Fuerza Terrestre, desplazado a Melilla expresamente para la ocasión, contó también con la presencia de numerosas autoridades civiles y militares encabezadas por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda y el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
La ceremonia se desarrolló en dos partes: la primera centrada en la toma de posesión en sí, tuvo como marco el salón del trono del Cuartel General de la Comgemel y consistió en el juramento o promesa del cargo y la firma de cédula, y la segunda, a partir de las 12:30 horas en la parada militar que se realizó en la "Explanada Héroes de Melilla" de la Base Alfonso XIII, con la lectura de la fórmula de Toma de Mando que dio paso a la alocución del comandante general, para continuar con la dislocación y desfile y la despedida de la Enseña Nacional, que puso fin al acto de naturaleza castrense.
Alocución
Tras agradecer a Dios el que hiciera posible “que hoy nos encontremos aquí disfrutando de este maravillosos marco que constituye la Base Alfonso XIII”, el nuevo comandante general de Melilla extendió su agradecimiento al ministro de Defensa, por su aceptación de la propuesta de designación para el cargo por parte del general jefe del Estado Mayor del Ejército.
Para el militar, la historia de Melilla no se concibe sin el estrecho hermanamiento entre sus ciudadanía y las Fuerzas Armadas “que a lo largo de más de cinco siglos de convivencia ha fraguado unos lazos de unión y de cohesión sin posible punto de comparación en el marco de nuestra nación”.
Recordó que “mucho ha sido el sacrificio asumido por españoles de toda condición y procedentes de todos los rincones de nuestra patria para hacer posible que la realidad de Melilla de hoy se presente ante todo el mundo en todo su magnífico esplendor”, por lo que considera que ahora “nos corresponde a nosotros, los ciudadanos de Melilla, hacer que dicho sacrificio no haya sido estéril, bajo ningún concepto”, y además manifestó que asume” la responsabilidad que el Mando me asigna como comandante general de Melilla, tras 39 años de servicios a nuestra nación en el marco de nuestras Fuerzas Armadas, en los puestos que en cada momento me han sido asignados”.
