Los dos intentos que el Ministerio de Fomento ha hecho en lo que va de año por adjudicar un contrato marítimo para las líneas de Málaga y Almería podrían no quedarse ahí. La Dirección General de la Marina Mercante y la Ciudad Autónoma mantienen un contacto fluido desde que quedó desierto el concurso para adjudicar el segundo pliego de condiciones, con la intención de buscar soluciones a la situación actual. La línea de trabajo que tienen abierta ambas entidades pasa por garantizar mediante contrato las líneas de interés público que enlazan Melilla con Málaga y Almería. Mientras tanto, seguirán siendo operadas con un contrato puente como el que está actualmente vigente, que será de nuevo prorrogado durante algunos meses más. El portavoz de la Ciudad Autónoma, Daniel Conesa, dio ayer algunas pistas de por dónde podrían ir los tiros ante la situación “inédita” que atraviesan las líneas de servicio público de Melilla, y que ha estado provocada, según dijo, por el “choque” que se ha producido entre el contrato propuesto por las administraciones central y local y los intereses empresariales de las compañías marítimas.
“Nuestras exigencias estaban muy por encima de lo que teníamos hasta ahora. Ése era nuestro error, trabajar por mejorar el deficiente contrato marítimo anterior”, dijo Conesa para responder a quienes en los últimos días han criticado al Gobierno local por lo ocurrido en el transporte marítimo de Melilla. Pero acto seguido, lanzó otro mensaje: “Si alguien piensa que eso es un error, seguiremos incidiendo en él, y si tenemos un tropiezo nos vamos a levantar, porque vamos a seguir en la misma línea”.
Mejorar las condiciones
De esta forma, ratificó la idea que repitió varias veces a lo largo de la rueda de prensa, y es que la línea de trabajo es que las líneas de Melilla-Málaga y Melilla-Almería estén garantizadas mediante contrato público, igual que hasta ahora, pero mejorando las condiciones: “Queremos tener mejores servicios y espacios comunes, viajes más rápidos y que sea más barato”, dijo.
Para conseguir el objetivo, “se utilizarán los recursos que la Administración tiene para llegar a ese fin”, aunque no dio más detalles al respecto porque en estos momentos la Dirección General de la Marina Mercante “está estudiando qué pasos dar para que se pueda hacer en menos tiempo”.
En este sentido, Conesa no quiso poner ninguna fecha, aunque apuntó como una opción situar el inicio del posible nuevo servicio marítimo el 1 de enero de 2015, prorrogando hasta finales de este año el contrato puente que está ahora en vigor. “En los próximos días se determinará por la Marina Mercante”, insistió el portavoz de la Ciudad Autónoma, que fue uno de los representantes del Gobierno local que precisamente estuvo el pasado jueves en Madrid para asistir a una reunión sobre este asunto en Fomento. A dicho encuentro también acudió el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, aunque la intención a partir de ahora es mantener “una comunicación permanente y fluida” sin que necesariamente tenga que ser con reuniones presenciales, al menos hasta que estén determinados los pasos que se van a seguir con el transporte marítimo.
De momento, Marina Mercante va a explorar el “abanico de posibilidades” que hay, mientras que de forma paralela se van a mantener desde Madrid y Melilla los contactos con las compañías marítimas que en un principio estaban interesadas en pugnar por el contrato marítimo.
Mensaje de tranquilidad y recado al PSOE
Al mismo tiempo, Conesa quiso transmitir a los melillenses un mensaje de tranquilidad, ya que “de una manera u otra, mientras se soluciona la cuestión, las comunicaciones marítimas van a estar garantizadas por el Estado”. “No hagan caso de algunas cosas que se dicen por ahí”, dijo en alusión a algunas de las críticas que se han lanzado en las polémicas del transporte marítimo, sobre las que avanzó que el Gobierno de Melilla no piensa entrar al trapo. “Y menos con Gregorio Escobar”, espetó señalando al secretario general del PSOE como un “bombero pirómano” porque critica las malas condiciones de los enlaces marítimos a pesar de que fue su partido el que adjudicó el contrato actual.
“Es una osadía que venga a darnos lecciones cuando estamos intentando arreglar lo que usted hizo”, insistió Conesa refiriéndose directamente al líder socialista, al que dedicó un apartado especial de su comparecencia para responderle a las declaraciones que hizo anteayer. En concreto, el portavoz se refirió a cuando Escobar dijo que “la responsabilidad de un Gobierno es hacer un contrato adjudicable”. Conesa se preguntó qué es un “contrato adjudicable”, y si eso significa que los melillenses tengan que “conformarse” con barcos como ‘Las Palmas de Gran Canaria’, que llegó a nuestra ciudad con el anterior Ejecutivo socialista, o como el JJ Sister, que se encuentra en un estado de mantenimiento “bastante lamentable” por no haber sido sometido a las reformas adecuadas.
“¿Contrato adjudicable es aquel que sigue permitiendo navegaciones diurnas de siete horas y media, cuando hoy se pueden hacer en cinco horas? ¿Esas son las características que debe tener un contrato al que parece que debemos estar condenados de por vida?”, preguntó Conesa, que dejó claro que el Gobierno de Melilla no se resigna a “lo que quiere la empresa”. “Los melillenses merecen otro transporte marítimo y hoy tenemos ejemplos en Melilla con el servicio que se presta en la línea de Motril”, apuntó mirando de nuevo a la revolución que supuso para las conexiones de nuestra ciudad la llegada de la Naviera Armas el verano de 2011.
En este sentido, el también consejero de Economía recordó que el concepto de navegación marítima ahora es distinto al que había hace ocho años, ya que ahora las navieras tienen barcos con otras características, que permiten navegar más rápido y con más plazas, por lo que es posible mejorar el servicio marítimo de las líneas de servicio público que enlazan Melilla con Málaga y Almería.
Un posible tercer intento
Por todo ello, la Ciudad Autónoma y la Dirección General de la Marina Mercante mantienen su línea de trabajo encaminada a un tercer intento de adjudicar un contrato de servicio público para garantizar la operatividad de las dos líneas de servicio público, con la idea de mejorar las condiciones del transporte marítimo que ya hay. Para ello, el Gobierno local está dispuesto a mantener su aportación económica, aunque Conesa recordó que si el contrato no se materializa en 2014, la partida actual de 1,7 millones de euros deberá ser utilizada “para otras cosas” y consignar una nueva para 2015.
Asimismo, insistió en que lo que ha ocurrido en Melilla no es nuevo en otros lugares de España, ya que en Ceuta se quedó desierto y actualmente el sector opera sin contrato marítimo, lo mismo que ocurre en Baleares. En Canarias también fueron necesarios dos intentos desiertos antes de poder adjudicar finalmente el pliego.
En Melilla no falta la esperanza de que pueda repetirse la historia, ya que Conesa apuntó que “no es descartable que llegue una nueva naviera que manifieste su interés”, habida cuenta que en España operan más compañías marítimas aparte de Armas, Trasmediterránea y Grimaldi, que fueron las tres que se interesaron inicialmente por el contrato melillense.
