El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Víctor Gamero, calificó ayer como “desafortunada” y “desconcertante” la respuesta que el Gobierno ha dado en el Senado sobre las obras de la estación marítima y la auditoría que ha llevado a cabo el puerto melillense.
En su respuesta, el Ejecutivo apuntaba que tanto en las diferentes auditorías que ha llevado a cabo Puertos del Estado, como en el informe realizado por la Intervención General del Estado, “no se ha obtenido ninguna evidencia de carácter fraudulento” en las obras de construcción de la estación marítima de Melilla.
Sin embargo, Gamero cree que “el control de algunas inspecciones que se realizan realmente no tienen los medios para hacerlas con profundidad”.
Además, opina que el hecho de que en las inspecciones realizadas hace años no detectara nada irregular no quiere decir que no pudiera haberlo, pues ha recordado que una de sus actuaciones que “también tenía sus auditorías hechas” se encuentra en la Audiencia Nacional por unas grabaciones.
“El tema de la estación marítima es intentar tapar un elefante como un pañuelo. Todo el mundo sabe lo que pasó en la estación marítima”, dijo Gamero.
Asimismo, aclaró que, si la empresa no aparece en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC), como dice el Gobierno, es porque es una auditoría de contraste, que “es una cuestión de ingenieros” y “no tiene que ver”.
