Con unas gradas repletas de padres, amigos y familiares que animaban con entusiasmo, los chavales se lo pasaron en grande jugando una serie de encuentros no competitivos, en los que lo importante era pasarlo bien y disfrutar del deporte de la canasta. Como viene siendo habitual cada vez que los más pequeños jugadores de Melilla toman las pistas del ‘Guillermo García Pezzi’, el pasado domingo por la mañana, el emblemático pabellón, sede del baloncesto de formación de nuestra ciudad, albergó una auténtica fiesta con la disputa de la II Concentración Babybasket de la temporada.
Con unas gradas repletas de padres, amigos y familiares que animaban con entusiasmo, los chavales se lo pasaron en grande jugando una serie de encuentros no competitivos, en los que lo importante era pasarlo bien y disfrutar del deporte de la canasta.
La cita logró reunir a cerca de un centenar de baloncestistas pertenecientes a distintos clubes locales y en edades comprendidas entre los seis y los ocho años. En total, se disputaron cinco partidos sin marcador, pero dirigidos por los nuevos miembros del Comité Territorial de Árbitros. Cada uno de los choques tuvieron una duración de treinta minutos, divididos en dos periodos de quince minutos y jugándose a reloj corrido, con un descanso de cinco minutos.
La finalidad de esta actividad, promovida por la Federación Melillense de Baloncesto en colaboración con los distintos clubes de la ciudad, es iniciar a los más jóvenes del baloncesto melillense en las reglas del juego, pero de una manera flexible, dando prioridad a la diversión y a la convivencia.
