Hemos sobrevivido al súper sábado independentista catalán. ¿Cómo se queda usted ante tanto memo junto? Me figuro que para salir corriendo y respirar aire de libertad. Pero queda otro capítulo, la final de la Copa del Rey entre dos equipos de fútbol, y allí de nuevo la estrellada o sea la versión en paño de la idea de romper España según Cataluña. Las cuentas no salen ¿por qué exhiben una bandera ilegal, política, destrozona y que incita a la violencia, esto último lo dice la Ley del Deporte y la UEFA, en lugar de los colores azul y grana? Pero hay más ¿si no se sienten parte del "Estado Español", porque no se salen de la Liga? Las reglas se aceptan en su totalidad y no sopesando el color del dinero. Además quienes no saben que significa una bandera la suelen agitar con el viento a su favor para dividir y enfrentar. Cataluña no camina hacia el progreso sino hacia la aldea, el aislamiento y la tribu, en versión Ana Gabriel, volviendo a utilizar el deporte para meter la política. Y esta últimamente da tanto asco que hagan el favor de dejar de manchar lo que debe ser limpio como es la sana lucha por ganar un partido. Estos que se las dan de progres no saben estar y pitan en el estadio a S.M. el Rey, que por cierto es Conde de Barcelona o no izan la Bandera de España en los edificios públicos, sin querer saber que la Enseña de todos tuvo su origen en la Corona de Aragón, monarquía donde estaba incluida Cataluña. El presidente con nombre de fuet ha caído en una rabieta y se ha lanzado con aquello de o se exhibe la "estrellada" o yo no voy. Carlos de verdad que esto me suena a una marca de gaseosa. ¡Qué nivel general de políticos tenemos! En el subsuelo pero nivel. Más allá de lo deportivo que viviremos en el Calderón en la final de la Copa del Rey entre Sevilla y Barcelona, el previo se ha centrado en la tela independentista, en la acertada decisión de la Delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y en la controvertida sentencia de un Juez de Madrid que deja sin efecto la prohibición de la Delegada de exhibir la estrellada. Creer que permitir que una bandera ilegal entre en el Calderón es un ejercicio de libertad de expresión como algunos se están dedicando a decir no solo es falsear la realidad sino vivir en la ingenuidad del país del nunca jamás. Pero esto que ahora soportamos, la indignidad de una Nación, es fruto de la inacción de unos y de la falta de sentido de Estado de tantos que movidos en su propio egoísmo, les lleva a seguir en una poltrona vendiendo su vergüenza y alma hasta el diablo, venga vestido de lo que venga. ¡Ni el exorcista arregla esto! Ante la final de la Copa me manifiesto con el escepticismo por la falta de responsabilidad de tantos que acudirán mas hacer política que a disfrutar de un evento, y eso lo hago extensivo a Colau y Puigdemont, pues no espero de ellos la cordura para exigir a los suyos un comportamiento cívico. Por esto y por mas son tan importantes las elecciones generales del 26 de Junio para que nuestros representantes sean los mejor preparados. En países de nuestro entorno se castiga la falta de respeto a los símbolos nacionales, aquí a eso se le llama democracia. ¿De chiste? No, de vergüenza. El Sevilla seguro que concitará las simpatías de tantos y un doblete para ellos significaría todo. Que la fiesta del fútbol se imponga a la sinrazón.
