Querido Chico: Dios ha querido que estés a su lado muy pronto y sólo nos ha dejado disfrutar de ti 31 cortos años de tu vida. Para todos los que te hemos conocido y querido se nos han pasado volando, aunque, eso sí, muy satisfechos de haberlos vivido junto a ti.
Creemos firmemente que estás en un mundo infinitamente mejor que este en el que vivimos, en el cual no hay enfermedades y tantas maldades que nos hacen sufrir a todos cada día.
El corazón de todos tus seres queridos está roto por el inmenso dolor de tu pérdida: hermano, cuñada, sobrino, tíos, primos, amigos y compañeros de toda la vida y, por supuesto, nosotros, tus padres. Por eso te pedimos que nos ayudes a sanarlo poco a poco, estamos seguros de que puedes conseguirlo.
Siempre con nosotros.
Te queremos.
Tus padres Pepi y Antonio.