El preso conocido como El Toro agredió ayer a un agente de la Policía Nacional a la salida de un juicio. Los hechos tuvieron lugar en las Torres del V Centenario, donde fue llamado a declarar como acusado por un presunto delito de atentado y lesiones. El hombre, que iba esposado, primero amenazó al policía con llegar a las manos cuando este intentaba que abandonara la sala de la vista, ya que pretendía seguir discutiendo con la magistrada del Juzgado de lo Penal. Una vez fuera de la sala, El Toro trató de darse a la fuga. Cuando los agentes intentaron reducirlo, el preso propinó un cabezazo en la cabeza de uno de ellos. El acusado fue rápidamente reconocido entre los pasillos del Juzgado de lo Penal. “Creo que ese es El Toro”, comentaban en corro algunos letrados. El hombre, que cuenta con varios antecedentes penales y actualmente se encuentra preso en el centro penitenciario, cumpliendo condena en régimen cerrado, ayer sembró el nerviosismo en los corredores de las Torres del V Centenario.
El procesado, Mohamed Mohamed, no salió conforme de la vista en la que se le juzgó por un presunto delito de atentado y de falta de lesiones. El preso quería cambiar de abogado, algo que no le fue permitido, ya que era la segunda vez que lo solicitaba con ánimo de prolongar el juicio.
Una vez finalizó la vista, El Toro pretendía seguir discutiendo con la magistrada por no haberle dejado cambiar de abogado. Los agentes de la Policía Nacional que lo custodiaban tuvieron que sostenerlo para obligarle a abandonar la sala. Mientras intentaban sacarlo de la habitación, el acusado se encaró con uno de los dos policías, amenazándole con llegar directamente a las manos.
El hombre, que permanecía esposado y visiblemente alterado, emprendió la carrera al salir de la sala, intentando librarse de los agentes. Los policías fueron inmediatamente tras él y, en un intento de detenerlo, uno de ellos fue agredido por El Toro, que le propinó un cabezazo en la cabeza.
Finalmente, los agentes consiguieron reducirlo y llevarlo de vuelta a la prisión. Los policías trasladaron en los Juzgados la intención de denunciar al preso por la agresión.
Tensión en los pasillos
La tensión se hizo evidente en las instalaciones de los Juzgados de lo Penal de Melilla. Los padres de El Toro fueron tras él y los agentes al verlos salir corriendo, momentos antes de que se produjera la agresión. Después de que se pulsara el botón de alarma, los funcionarios de seguridad emprendieron la carrera para acudir hasta el lugar de los hechos. Por otro lado, la magistrada y la fiscal que intervinieron en la vista también prefirieron permanecer en la sala judicial hasta que el procesado fue llevado de vuelta a la prisión.
Tras la agresión, la madre de El Toro sufrió un desmayo en el descansillo de la escalera. La mujer permaneció durante varios minutos tendida en el suelo, hasta que algunos funcionarios de las Torres del V Centenario la ayudaron a reanimarse y a incorporarse.
