El River Melilla sigue trasmitiendo muy buenas sensaciones y en la jornada de ayer sábado sumó tres nuevos puntos con los que se desquitó de la derrota sufrida en Atarfe por 3-0. El conjunto de Alosio fue muy práctico ante la U.D. San Pedro, en un partido en el que fue superior en casi su totalidad. Con esta victoria, el cuadro local se aúpa a la octava posición, aunque el resto de la jornada se disputará hoy domingo. El partido se inició con una gran igualdad, con dos equipos muy intensos, hasta que el cuadro local se adelantó en el marcador. Fue entonces, cuando el juego fue abierto, con dos ocasiones muy claras para el visitante Cintrano.
Los melillenses fueron los primeros en llegar a la meta rival, a los dieciséis minutos, en un internada de Braim por la banda derecha, en la que se fue de su par y su centro fue despejado por un defensor. Fue el aviso del 1-0, ya que en la siguiente jugada, el cuadro blanquinegro consiguió batir la meta del San Pedro. Así, en el 18′, Manolo ejecutó una falta al área rival, Hamin tocó de cabeza y finalmente Rachid empujó el cuero a la red.
El conjunto malagueño reaccionó de inmediato, con su futbolista más peligroso, Cintrano, que fue una auténtica pesadilla para los melillenses en los minutos 22 y 25, con dos preciosas vaselinas en las que le ganó la partida a los centrales melillenses, consiguiendo estrellar el balón en la primera acción en el larguero y en la segunda rozó el travesaño.
Por su parte, el River seguía muy ordenado, disfrutando Manolo de una gran oportunidad en el 30′, pero su remate se marcó fuera, rozando la cruceta.
Los melillenses hicieron gala de una gran efectividad en esta primera mitad, pues al filo del descanso encarrilaron el partido con el 2-0, en un balón suelto en el área andaluza que aprovechó Sidi, de potente chut, para batir al meta Benito por el palo derecho.
Reanudación
En la segunda parte, el juego apenas cambio, con un River más enchufado incluso que en la primera mitad y que no dejó maniobrar al San Pedro en busca de intentar la remontada. El equipo que entrena Aloisio ejerció una gran presión sobre el cuadro malagueño y además fue el único que intentó poner en serios apuros al meta rival, pero en honor a la verdad las ocasiones hicieron gala por su ausencia.
La más clara de este segundo tiempo fue del local Braim, que deleitó al respetable con una gran jugada y un excepcional cambio ritmo por la banda izquierda, pero su remate final se paseó por la línea de gol sin encontrar rematador alguno. Sin duda alguna, la mejor jugada del partido.
El River Melilla controló perfectamente la situación hasta el final del partido y no pasó por ningún tipo de apuros para hacerse con total justicia con los tres puntos en juego.
