“Desgraciadamente, este país ya ha padecido las campañas que la derecha lleva a cabo cada vez que no gobierna este país. Creen en la democracia solo cuando ostentan el poder. Los ataques a Pedro Sánchez desde el primer día al frente de la Presidencia del Gobierno así lo atestiguan, al igual que Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero sufrieron una constante campaña de descalificaciones y de infamias.
Sin embargo, la espiral de odio, la violencia verbal, y los ataques personales con el único objetivo de destruir a una persona para tumbar un Gobierno legítimo, sobrepasan cualquier línea roja no sólo desde un punto de vista ético sino también democrático.
La deriva antidemocrática que hace ya tiempo ha tomado la derecha de este país arrastrada por la ultraderecha no sólo es perjudicial para los partidos y personas víctimas de sus infamias, sino que socavan las instituciones españolas y el propio sistema democrático que los ciudadanos nos hemos dotado desde la aprobación de la Constitución en 1978.
Pedro Sánchez es un ejemplo de dignidad y de servicio público. Ha antepuesto el interés general de España y la defensa de la ciudadanía a cualquier otra cuestión, en contextos históricos muy complejos, y ha respondido siempre desde la educación y la mesura a la descalificación permanente al que le han sometido.
