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El principal testigo exculpa al encausado por robo y la fiscal mantiene su acusación

El juicio se celebró el jueves en el Juzgado de lo Penal núm. 2

El Ministerio Público pide tres años de cárcel para un joven al que se acusa de un robo con fuerza. La persona que le delató, un vendedor ambulante que le acusó ante la Policía de venderle los objetos robados, se retractó en el juicio y sostuvo que se confundió de persona al señalarlo mediante el reconocimiento fotográfico. Pese a todo, la fiscal mantuvo la petición de sentencia condenatoria porque, a su parecer, testigo y acusado habrían llegado a un acuerdo para zanjar el asunto, ya que la declaración del vendedor no coincide con la prestada en la fase de instrucción. Un joven se enfrenta a 3 años de prisión como presunto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas.
Se le acusa de sustraer de forma ilícita varios objetos de un almacén ubicado en la calle Alférez Díaz Otero, entre ellos un par de máquinas de soldadura, un patinete eléctrico, una caja de herramientas y varias maletas.
Según se recoge en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el procesado habría robado estas pertenencias y luego las vendió a una tercera persona dedicada a la venta ambulante en el Rastro, que fue quien le delató ante las autoridades.

Versión del acusado
El encausado, sin embargo, negó todos los hechos en el juicio, celebrado en la sala del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla.
Insistió en que la madrugada del 30 de junio, cuando se cometió el robo, él se encontraba en casa de un amigo en compañía de varias personas.
Afirmó que conocía al vendedor ambulante de referencia y dijo que se trata de una persona que «se dedica a la calle» y a «robar».
Los testigos
Declararon también dos agentes de la Policía Nacional. Fueron quienes encontraron al vendedor ambulante con las herramientas robadas.
El individuo trasladó a los agentes que había comprado los objetos al acusado y que no sabía que fuesen robados, aunque lo podía intuir. Así lo relataron los policías. Afirmaron los agentes que no presenciaron los hechos.
El propietario de los objetos sustraídos señaló que las pertenencias robadas ascendían al valor de 4.000 euros.
Finalmente declaró el vendedor que inculpó al procesado. Aseguró que se equivocó al acusar al joven.
Según explicó, se confundió en el reconocimiento fotográfico. «Me equivoqué de foto, era otra persona», declaró.

Las conclusiones
Pese a todo, el Ministerio Público interesó para el procesado la pena de 3 años. Sostuvo que el acusado y el principal testigo, el vendedor ambulante, habían llegado a un trato encubierto.
Por este motivo, el testigo habría incurrido en el falso testimonio, según defendió la fiscal, basándose en que la declaración prestada en fase de instrucción no coincidía con la expuesta en el juicio por el vendedor.
La defensa, por su parte, incidió en la falta de pruebas incriminatorias para reclamar la absolución de su representado.
La magistrada titular del Penal número 2 tendrá que dictar la sentencia: condenatoria o absolutoria.

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Irene Quirante

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