El presunto yihadista detenido el pasado miércoles en la última operación antiterrorista que se ha desarrollado en Melilla estuvo destinado en el Regimiento de Ingenieros número 8 de nuestra ciudad, donde prestó servicio desde abril de 2004 a octubre de 2008. Según el diario El Mundo, su expulsión del Ejército estuvo motivada por delitos contra la salud pública, ya que fue detenido por la Guardia Civil por traficar con medicamentos de la farmacia militar. La información publicada por el rotativo nacional indica que el presunto radical comenzó su carrera de incidentes en el Ejército en julio de 2007, fecha en que se le abrió un expediente por carencia de “condiciones sicofísicas”. Según informaron fuentes militares, este presunto terrorista causó baja en el Ejército de Tierra el 24 de octubre de 2008 como consecuencia de “una condena por delito doloso”.
En concreto, traficaba con medicamentos de la farmacia militar. Según El Mundo, fue detenido por la Guardia Civil en Melilla el 4 de abril de ese mismo año. Se le imputó un delito de “falsificación de documentos y contra la salud pública”, porque, además de robar, traficar y consumir este tipo de productos, el ahora detenido tenía que falsificar los documentos de la farmacia para poder retirar el material. Se le acusó de fabricar recetas falsas del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas). La causa la instruyó el Juzgado número 3 de Melilla.
No obstante, con anterioridad, ya dio muestras de tener un perfil para desconfiar. Durante su estancia en el Regimiento de Ingenieros fue condenado por dos delitos militares de “insulto a un superior”, por los que fue sentenciado a siete meses y un día de prisión.
Los investigadores consultados por El Mundo ponen en relevancia estos datos para relatar como puede producirse la evolución, la radicalización: un militar que se dedica al tráfico y consumo de medicamentos acaba realizando labores de captación para el Estado Islámico.
Sin embargo, estas fuentes apuntan que el hecho de que el detenido hubiera estado en el Ejército es circunstancial, ya que a lo que se dedicaba era a captar mujeres y para eso daba igual haber vestido el uniforme.
Según El Mundo, el detenido es Nabil M.M., de 29 años, que tiene dos hijos, de cinco y dos años. La madre de los pequeños tiene 26 años y se convirtió al Islam tras empezar una relación con su ahora marido al poco de salir del centro de acogida de La Gota de Leche, donde vivió entre 2006 y 2008 a pesar de tener padres y hermanos. “En los últimos meses su rigorismo era tan exacerbado que cubría completamente su cuerpo en público”, informó ayer El Mundo.
Segundo caso
Dicho periódico recordaba ayer que este sería, al menos, el segundo caso de exmilitares destacados en Melilla que se han unido a las filas yihadistas. El primero fue Zakaria S., que también estuvo en el Regimiento de Ingenieros nº 8 de Melilla entre 2007 y 2010. Ambos coincidieron en el Ejército durante un año, y según El Mundo, fue en esa época cuando ambos “tejieron una relación que duraría hasta después de la vuelta a la vida civil de ambos”.
Zakaria S. logró salir de España sin ser detenido. Los servicios de Inteligencia han perdido la pista de este antiguo soldado, quien estaría luchando en alguna zona de conflicto entre Siria e Irak -si es que sigue vivo-. Hasta allí llegó tras combatir en Mali, en 2012, de la mano de Muyao, una organización vinculada a Al Qaeda en el Magreb islámico. El hermano de Zakaria, Mohamed Ss, fue detenido en septiembre del año pasado en la Cañada de Hidum.
