“¡Hoy es un día de enorme alegría en Melilla!”
Eso decían quienes anunciaban como unos presupuestos “históricos” y que iban a frenar la pobreza con un Plan, iban a bajar el paro. El presidente decía que era un gran logro, Aberchán decía que era un hito histórico el ayudar a los más desfavorecidos. ¿Les suenan estas palabras? Podrían haberlas escuchado hace unos días o semanas, pero son las declaraciones que tanto el presidente De Castro como Aberchán dijeron en 2021 para definir los presupuestos. Desde luego, es evidente que hay un debate abierto alrededor del uso del dinero público y de su mala gestión, causante del estancamiento que sufrimos en materia de inversiones y servicios a los ciudadanos. Es tan visible, que hace tiempo que este gobierno del “pacto tripartito”, ha dejado de representar a los melillenses; su distanciamiento y la falta de credibilidad social es tan preocupante, que el actual abuso de poder solo sirve a los intereses particulares de los mismos y a cada uno de los partidos que lo integran.
La impresión que tienen los melillenses sobre la corrupción política, al hacer mal uso del dinero público o el hecho de otorgar empleos o contratos para amigos y familiares, propicia el malestar y la indignación, sobre todo en los barrios donde ya se dio con gran abundancia las pintadas contra el gobierno de Coalición por Melilla.
Algunas maneras en que se han tirado dinero público por las decisiones tomadas al capricho de los partidos que nos gobiernan, que han supuesto un desperdicio de dinero. Sin duda, hay muchas más, pero hemos querido citar algunas de este año.
La consejería de Bienestar Social paga una factura de 11 millones de euros de más por atención de menores, sin exigir una reclamación al Gobierno Central a través de la conferencia sectorial (máximo órgano de decisión entre ministro y el consejero). Dinero público tirado, que tendremos que pagar todos los ciudadanos.
Consejería de Medio Ambiente, el anterior gobierno del PP, les dejó todo hecho con un acuerdo con el Gobierno Central, que asumiría las pérdidas y subsanar todos los problemas con la desalinizadora y lo que han logrado es conseguir que se pierdan 7 millones del año 2021 y otros 7 o más para el año 2022 y no solo eso, el consejero de Medio Ambiente ha sido incapaz de presentar acciones contra la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para poner fin a las deficiencias, sino que ha convertido el servicio de abastecimiento de agua en Melilla en un problema para los melillenses, y vivir al lado de una desalinizadora y sufrir cortes de agua todos los días del año.
La Consejería de Medio Ambiente más ineficaz de la historia de Melilla, ha conseguido cabrear a todos los melillenses.
Para no olvidar, Turismo, mira que olvidarse de 3 millones de euros que han tenido que devolver al Gobierno Central.
Sin embargo, éstos no son los únicos casos que merecen una comisión de investigación. La consejería que hace méritos para una investigación judicial es la Consejería de Distritos, que presuntamente utiliza el dinero público como si fuese una caja de la que puedes coger y gastar. Por otro lado, y no menos importante, la inyección de dinero que en muchas ocasiones se ha realizado sin control y que ha terminado en los bolsillos de empresarios sin escrúpulos, como es el caso del escándalo de los dos millones de euros que se adjudicaron a una lista de empresarios, amigos y cercanos a CPM, para contratar supuestamente a jóvenes en paro y poder trabajar en las empresas asignadas.
Y qué me dicen del presunto “pelotazo” (operación que produce una gran ganancia fácil y rápida) y “a dedo”. Se lo lleva una empresa de formación totalmente “foránea” que, además, ni siquiera tiene actividad en Melilla, de esta manera obligan a los empresarios y a los melillenses, tragarse una empresa foránea y regalarle casi medio millón de euros. Así trabaja el gobierno de nuestra Ciudad. No solo permiten que nos cierren la Aduana Comercial, sino que además el dinero de nuestros impuestos se va fuera, política de tierra quemada. La mayor parte de las empresas en las que se invirtieron dinero público, ni eran ni son justificables ni desde el punto de vista social ni desde la mejora y modernización de pymes melillenses.
Casi el 90% del derroche de dinero público, que se ha conocido en este año, corresponde “a consejerías gestionadas por Coalición por Melilla”, que deberán pagar los bolsillos melillenses.
El sentir de los ciudadanos es una sensación de que todo está podrido en Melilla, al hacer mal uso del dinero público. Aquí no acaba la cosa, siguiendo el camino del derroche, aprobaron un préstamo a la Ciudad por valor de 45 millones de euros, triplicando la deuda en tres años y sin gestionar todo el dinero del Super Presupuesto que tienen. En definitiva, un gobierno que se endeuda, que despilfarra, la del pelotazo, genera deslealtad con las empresas locales y con los melillenses.
¡Dicen que es tanto el poder del dinero que hasta se pierde la dignidad!
