Jorge Sanz está rindiendo a un gran nivel en los últimos encuentros. El base del decano, que volvió a ser el más valorado de su equipo con 22 tantos, anotó 12 puntos (un solo fallo en los tiros de campo), capturó 5 rebotes, repartió 4 asistencias y recuperó 4 balones. Prometía ser un auténtico choque de trenes y no defraudó lo más mínimo el partido entre dos de las mejores plantillas de la Liga LEB Oro. Y prueba de ello fue un primer cuarto en el que el intercambio de golpes fue constante con ambos equipos exhibiendo sus mejores armas para mantener el pulso anotador. Una igualdad rota por un mínimo detalle, el 2+1 con el que Edu Gatell sorprendió a los burgaleses en los últimos compases de un primer cuarto que anticipaba un gran encuentro (19-17).
Fue con el arranque del segundo acto cuando al Melilla Baloncesto empezó a acompañarle la fortuna. Trabajadores en defensa y acertados en ataque, los de Alejandro Alcoba dieron un importante paso al frente cortado de raíz por Diego Epifanio con un tiempo muerto (29-21). Coqueteando cómodamente con la decena de puntos, los locales lograron marcharse al descanso con una renta que invitaba al optimismo (41-33). Pero aún quedaba mucho encuentro por delante y el San Pablo Burgos no estaba dispuesto a desprenderse tan pronto de sus opciones.
El acierto de Edu Martínez y el empuje de Javi Vega se notaban en el juego así como en un marcador que, sin embargo, seguía respaldando a los azulones al término del tercer cuarto (50-49). Tuvo que ser un triple providencial del capitán Eloy Almazán seguido por otro de Van Wijk el que abriera definitivamente paso hacia un triunfo con el que los melillenses recuperan definitivamente la ilusión (77-66).
