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El Candil

El gusano del Veleta

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A la vista del accidente en el Veleta con la muerte de una persona de sesenta y cinco años por congelación, parece ser, por un empeoramiento espontáneo del clima, entre niebla y viento de mayor frío. Que por cierto, a la altura de la Virgen de las Nieves, pega bien el viento de aúpa. Recordé aquellos tiempos de vacaciones en la Residencia de Tiempo Libre (para el mundo laboral) de Sierra Nevada (Pradollano). Claro que eran otros tiempos; eran tiempos de la Dictadura. Hoy no sé si la Junta de Andalucía las sigues teniendo y no las haya en democracia transferido, como hicieron en Asturias y Baleares entre otras Autonomías liberales. Pues bien, esas escapadas en cualquier fecha abierta, nos llevó a vivencias continuadas y sobre todo siempre diferentes; caras nuevas, hechos motivados bien sea en sociedad o personales, siendo en este último donde más satisfacía mi curiosidad y andaduras, arrastrando más veces de lo debido a la familia, que respondían siempre como el primero.

Pero vamos sobre experiencias en el macizo de Sierra Nevada, donde el Veleta se llevaba la palma de nuestras agudas delicias. Aunque el Mulhacén es más alto, es menos aprovechable para el ocio. Y es en una se estas de mis escapadas, yendo hacia la laguna de las yeguas, por la vaguada, camino del observatorio astrofísico, antes de llegar al pico, cuando veo, que apoco piso, ¿un caracol negro?… ¡No!, la carcasa ya no se mueve y al cuerpo tampoco lo veo. Curioso y paciente yo, observo el "capullo" vegetal del tamaño y forma de un dátil lleno de pajillas y pienso ¿un gusano de seda?… Me tumbo en el suelo y con las narices a un palmo, observo. Pasan uno diez minutos agazapado, quieto, y de golpe se abre una trampilla por uno de los extremos, que por cierto tenía dos pequeñísimas flores violetas, a continuación sale una carita marcada de rasgos amarillos (cejas y boca) y sus bigotes, su piel (coraza) negra azabache protegida por pelillos, reluciente (no era ni gusano ni escolopendra). Saca, como un tercio del cuerpo, y una vez observado el panorama (me debió de confundir con una piedra) se puso a andar con las patillas de esa parte de su cuerpo, arrastrando o llevando su casa, sino a cuestas sí a remolque. Le observo, lo grabo en la memoria y decido levantarme, rápido como una centella ¡zas! se mete dentro echando la trampilla. Aquello fue visto y no visto, pareció una goma al encogerse; lo que picó más mi curiosidad y decido llevarme "al extraterrestre" (no debí hacerlo) cojo el capullo que, no era otra cosa que la coraza de una semilla seca y hueca; me lo llevo con la esperanza de que en una caja de plástico transparente (Ferrero Roche) entre pajas y una hoja de lechuga, saliese. No salió, ni entonces ni más tarde, que yo viera, pues tampoco observé comisqueo alguna en la lechuga. Luego pensé que hizo como un "saguntino" prefiriendo (pienso) morir que caer en manos del enemigo, cuando yo lo que quería era que viviese. Mi estupidez fue supina.

Con los años me deshice de la caja y su contenido, no quise ver su interior, lo que ya era féretro. Fue un momento aquel, el de la vivencia, que de haber habido móviles, no lo habría sustraído a la naturaleza, lo habría grabado para la posteridad y no me pesaría como me pesó después y ahora. Y me pesó y me pesa hoy, el haberlo cogido. Yo que levanto el pie para no pisar un insecto o invertebrado o columna de hormigas y a las cucarachas de la calle las doy un empujón y no zapatazo. En fin, una historia de amor exagerado. Pero fue maravilloso ver a aquel individuo cómo llevaba su casa, como tenia hecha la puerta y camuflada ésta con aquellas dos florecillas violetas con el tamaño de la cabeza de un simple y fino alfiler de costura. Me pregunté después, que bisagras tendría la trampilla. A éste, no le reclamaría el banco la hipoteca… ¿O sí? Pues, cómo tuviese que pagar la cláusula suelo…. ¿Y el ayuntamiento el IBI?… ¿Serían capaces?.. Usted que opina…Si me acuerdo y para no hacer lo del Veleta pesado, les contaré de otro momento en la que nosotros solo somos espectadores de la osadía de unos jóvenes… entre los 17 y18 años.

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