La Ciudad Autónoma de Melilla ha rechazado municipalizar el servicio de atención a los menores extranjeros no acompañados (menas) en el centro de La Purísima y defiende el trabajo que realiza la empresa pública ‘Tragsa’, encargada de su gestión.
En declaraciones a los periodistas, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín, ha asegurado que “no tienen constancia” de que dicha empresa esté realizando su labor “al margen del contrato” que tiene suscrito con el Gobierno local.
“Consideramos que es una empresa seria, solvente y que, al margen de los detalles en el grado de satisfacción por parte de los trabajadores, lo importante es que el servicio que preste Tragsa sea acorde al que viene recogido en el propio contrato”, ha argumentado, asegurando que se está cumpliendo de manera “correcta”.
En este sentido, ha apelado al diálogo entre Tragsa y el comité de empresa del centro de menores de La Purísima para resolver sus desavenencias.
Denuncias de la CGT
Miguel Marín ha respondido de este modo a las denuncias que ha realizado la Confederación General del Trabajo (CGT) contra “los abusos” y el “desprecio” de Tragsa hacia la plantilla del servicio de atención a los menores, “que tiene secuestrada la subida salarial” y “coaccionada a la plantilla con sanciones injustas”, entre otras.
Por ello, el sindicato ha exigido el cese de la citada empresa pública en la concesión del servicio, que insta a municipalizarlo, así como la dimisión de la consejera de Políticas Sociales, Randa Mohamed, por su “desprecio público” a los trabajadores.
El número dos del Gobierno melillense ha respondido a estas declaraciones mostrando “su apoyo” a la consejera, que está haciendo “un gran trabajo” al frente de su área.
