Sr. Martínez Olmos: falta usted a la verdad.
Ante la imposibilidad de vencer en las urnas, el PSOE regaló a Melilla la figura del diputado adscrito, como si Melilla no tuviera Diputado (D. Antonio Gutiérrez, del Partido Popular, lo es desde 1996); ese regalo nos trajo por Melilla a Antonio Hernando, ahora dedicado a “funciones más altas”, y le sustituyó el diputado Martínez Olmos, un auténtico “regalito”, ya que no se debe de olvidar que José Martínez Olmos fue Secretario General de Sanidad en el último gobierno de España.
Y es que entre otras gestas, hay que recordar que el Ministerio de Sanidad del último gobierno del PSOE, del que se dice que Martínez Olmos fue el ministro en la sombra, fue responsable de que el Sistema Nacional de Sanidad alcanzara un déficit de casi 16.000 millones de euros, o que el turismo sanitario fuera posible al no aplicar a la legislación estatal una directiva comunitaria, o simple y llanamente permitió con su desidia que cada comunidad autónoma tuviera una cartera de servicios diferente. Estos son algunos de los avales que adornan la gestión de Martínez Olmos, al frente de la sanidad española durante casi 8 años, y que ahora ejerce la mendacidad en nuestra tierra.
Y con esa tarjeta de presentación, “nuestro” diputado impostado (lo repetimos: El diputado a Cortes por Melilla es D. Antonio Gutiérrez del PP), ante la inminencia de las elecciones autonómicas, que de nuevo perderán, viene más frecuentemente; ello se le agradece por aquello de las buenas cifras del turismo de Melilla, pero lo que no se puede admitir es que venga a enmarañar un tema sensible para todos los melillenses como es el de la construcción del nuevo hospital de Melilla. Martínez Olmos no puede decir que el PSOE dejó firmado el modificado del nuevo hospital y quedarse tan ancho, porque ha faltado a la verdad.
El proyecto modificado del nuevo hospital sólo tuvo una firma del ejecutivo socialista, en concreto de la ministra Leire Pajín, quién con su firma autorizó la ejecución provisional del proyecto modificado; pero nada más hicieron, aunque pudieron, para tramitar y aprobar de forma legal el modificado, ¡ojalá lo hubieran hecho!. Decir otra cosa es intentar confundir y engañar a la opinión pública, o sea, mentir. Y eso es impropio de un diputado a Cortes. Tuvo que ser el gobierno del partido popular, a través la dirección de INGESA, el que instruyera, dotara económicamente, tramitara y aprobara, el único proyecto modificado que actualmente existe de la obra del nuevo hospital. Esta comisión no puede asistir impasible a la difusión de esa mentira ni tampoco de las falacias que, de una forma increíble, viene difundiendo Martínez Olmos sobre las deficiencias de nuestra sanidad pública, respecto a otros sistemas de salud. Se cuida bien de no poner ejemplos concretos porque ya saben el refrán: antes se coge al mentiroso …
Pero esta comisión sí va a dar datos, pero de los buenos resultados de la gestión de nuestra sanidad pública, que en las manos de sus actuales gestores ha alcanzado logros como que el presupuesto destinado a Melilla por INGESA sea creciente desde 2011, que las inversiones en el área de Melilla hayan tenido un incremento notorio (más de un 100% sobre 2011), que las listas de espera quirúrgica o para consulta externa sean notablemente inferiores a la media nacional, que las plantillas de profesionales vengan creciendo año a año, que se mantengan e incrementen incluso el volumen de prestaciones económicas (órtesis, prótesis, desplazamientos), que la atención primaria crezca en actividad y cada vez más cerca del usuario mediante la atención domiciliaria, o que finalmente cada vez menos melillenses se deban desplazar a la península, para recibir la asistencia sanitaria que la cartera de servicios de INGESA en Melilla no le ofrece. Estos son los avales de una gestión bien hecha, y que esta comisión apoya y anima a continuar en esa línea, a pesar de las patrañas interesadas que personajes como Martínez Olmos vengan a contarnos.
