El país vecino decidió cerrar el 13 de marzo de 2020 sus tres puestos fronterizos con Melilla, avisando con solo 8 horas de antelación.- Mientras tanto, sigue cerrada la aduana comercial desde el 1 de agosto de 2018
La portada de MELILLA HOY recogía un titular que aún resuena: “13 marzo de 2020: otro día para la historia de Melilla”. Un encabezado tan rotundo se producía después de que Marruecos decidiera cerrar todos sus puestos fronterizos con Melilla por el coronavirus. Las autoridades marroquíes apenas avisaron -pasaron solo ocho horas desde que corrió el comentario del cierre- y muchos no se enteraron porque les pilló sin cobertura e incluso a cientos de kilómetros de nuestra ciudad, quedando atrapados en el país vecino. En Melilla también quedaban en la misma situación cientos de marroquíes.
La diferencia, durante al menos un par de semanas, fue que España sí permitió a partir de ese 13 de marzo admitir a todos los que quisieran pasar desde Marruecos a nuestra ciudad, obviamente siempre y cuando cumplieran con los requisitos documentales para ello. Sin embargo, las autoridades del reino alauí cerraron a cal y canto su pasillo de entrada y no permitieron el acceso ni siquiera a sus nacionales.
Así muchos trabajadores transfronterizos u otros que ese día pasaron a Melilla por razones de turismo, sanitarias o de cualquiera otra índole, ya no pudieron pasar a su país durante meses, salvo en los ocasionales pasillos humanitarios que se abrieron después de un largo periodo.
Así la Ciudad Autónoma tuvo que montar albergues provisionales para aquellos que no tenían un hogar de un familiar o carecían de medios para costearse un alquiler o instalación hotelera, desde los inicios en el Pabellón Lázaro Fernández, para pasar a unas tiendas de campaña gigantes junto al V Pino y finalmente en la Plaza de Toros.
La frontera no se reabriría hasta las doce de la noche del 16 de mayo de 2022. Esta madrugada reabría sus puertas únicamente el puesto de Beni-Enzar (Farhana y Barrio Chino siguen cerradas desde el 13 de marzo de 2020). Habían transcurrido 795 días de cierre por la pandemia del coronavirus y la crisis política entre los dos países.
La expectación en el entorno del paso fronterizo fue máxima desde minutos antes de la reapertura, con cientos de personas que acudieron hasta allí para presenciar un momento histórico ya que, desde que Marruecos cerró la verja el 13 de marzo de 2020, solo se había vuelto a abrir pocos meses después para repatriaciones puntuales de marroquíes atrapados en Melilla.
La reapertura, no obstante, ha sido parcial porque solo está abierto el puerto de Beni-Enzar y con muchas restricciones, como la exigencia del visado a los residentes en Nador y el pasaporte a los melillenses. Antes solo era necesario presentar el DNI. También Marruecos imponía un duro control para la entrada de cualquier producto a su país, impidiendo pasar ningún artículo, no cumpliendo así el régimen de viajeros hacia su territorio.
Hacia Melilla también se endurecían algunas entradas, como las de pescado, carne y productos lácteos.
Mientras tanto, sigue cerrada la aduana comercial desde el 1 de agosto de 2018 a pesar de los acuerdos alcanzados hace dos años por Marruecos y España, a raíz del cambio de su posición sobre el Sahara occidental.
