La previsión habla de lluvia y viento para este Martes Santo melillense, de ahí que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad deba esperar hasta las ocho y media de la tarde, momento del inicio de la salida procesional, para determinar si realizan o no la estación de penitencia, por lo que el acto del desagravio, que realiza en esta ocasión Paloma Suárez, directora de Cope, está también en el aire. Este año, en cualquier caso, la Cofradía se ha visto obligada a renunciar a salir de la parroquia Castrense, muy afectada por el terremoto de enero, por lo que las salidas procesionales las realizarán desde el interior del patio del Palacio de la Asamblea, donde la Ciudad les ha instalado una carpa. El hermano mayor de la Cofradía del Humillado, Francisco López Durán, señaló a este Diario que la imprevisibilidad de la climatología melillense les lleva a tener que posponer hasta las ocho y media de esta tarde la decisión de suspender o no la salida procesional del Martes Santo. De ser así, sería la primera vez en los 27 años de historia de la cofradía más joven de la ciudad, que el Humillado no realizaría su estación de penitencia en la Semana Santa melillense.
Desagravio
Entre tanto, se sigue con los preparativos, como el reparto de las últimas túnicas pendientes, así como el traslado de enseres y tronos desde la Plaza de Toros hasta la carpa que les ha cedido la Ciudad Autónoma por la imposibilidad de utilizar la Parroquia Castrense, que tras el terremoto de enero y hasta que no se realicen las obras de mejora, ha quedado fuera de servicio. La carpa se ha instalado en el patio interior del Palacio de la Asamblea.
La idea es que el trono del Humillado salga a las ocho y media de la tarde cruzando la puerta del Ayuntamiento que desemboca en General Macías, frente al Club Marítimo y que se dirija hacia la puerta de la parroquia Castrense donde se llevará a cabo el acto de desagravio, labor que recaerá en la directora de Cope Melilla, Paloma Suárez. Previo a este acto, y ante la imposibilidad de que se oficie una misa de campaña a las puertas de la Castrense, por las dificultades propias y por la climatología, no descartan que se desarrolle un pequeño acto en la capilla de la Casa del Cura.
Tras el acto de desagravio, el trono del Humillado iniciará su salida procesional, pero el recorrido experimenta una ligera variación y es que no pasará por la puerta del BBVA, sino que la procesión se desviará por la calle entre la Ciudad Autónoma y el Casino Militar, para entrar así en la Plaza de España y de ahí a la Avenida, para encaminarse hasta la tribuna de autoridades donde se ofrecerá una oración, antes de iniciar el regreso al templo por la calle del Sagrado Corazón: Castelar, López Moreno, Meléndez Pelayo, Ejército Español, Pablo Vallescá y Yasmín Benarroch.
350 bocadillos
Explicó Francisco López Durán, conocido en Melilla por 'Curro', que la carpa en el interior del Palacio de la Asamblea ha sido todo un acierto, dado que carecen de casa hermandad y de que no pueden hacer uso de la Castrense. La carpa, a la que ayer se le instaló uno de los laterales que quedaba por colocar en previsión de que el viento y la lluvia puedan causar daños en los tronos y tallas, se mantendrá en funcionamiento hasta la madrugada del viernes al sábado santo.
Allí también se guardarán los enseres a utilizar en la salida procesional, así como los botellines de refrescos y agua y los más de 350 bocadillos de chorizo, salchichón y mortadela que se confeccionarán hoy y que se repartirán entre los cofrades participantes en la salida procesional de hoy. Los bocadillos del Viernes Santo serán de atún con tomate por eso de la vigilia. Las bebidas sobrantes se utilizarán en el acto de convivencia tras la misa de Resurrección, en el que los asistentes suelen acudir con algunos platos y viandas que degustar en comunidad.
Alternativa
Explicó Francisco López Durán, que hasta las ocho y media de la tarde de hoy la junta de gobierno no decidirá si se suspende o se mantiene la salida procesional. Si se suspende "lo tenemos complicado, porque no podríamos hacer un vía crucis como en otras ocasiones se ha hecho en el templo de la Castrense, por lo que habría que ver si se realiza el acto de desagravio y si nos limitamos a una oración conjunta en la carpa, para dejar después a los melillenses que quieran que puedan entrar y orar, pero la decisión colegiada se somatará cuando llegue el momento".
Entre tanto, es decir, en estos momentos, la salida procesional se mantiene como está previsto, a la espera de que la amenaza de lluvia y viento no se cumplan. "Si fuera sólo viento, tampoco un viento fuerte que podría causar daños, no habría problemas para salir, pero no así si llueve, porque podríamos dañar al Humillado, una talla que forma parte del patrimonio de la Semana Santa melillense. Si llueve en mitad del recorrido, podríamos cubrir el Cristo con una capa de plástico y regresar, pero no podríamos salir si ya estuviese lloviendo".
Dijo Francisco López Durán que si finalmente no pudiera realizar su estación de penitenciar, sería la primera vez en los 27 años de vida de la Cofradía más joven de la Semana Santa melillense que el Humillado no saliera el Martes Santo. El único antecedente de este tipo se dio el Viernes Santo de 2004, al año de hacerse cargo Curro López de la Cofradía. Aquella jornada, debido al fuerte aguacero que azotaba Melilla, las tres cofradías que tenían previsto su salida, adoptaron la decisión de no salir a la calle.
El Humillado, 27 años de historia en la Semana Santa local
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad, compuesta por más de 250 hermanos, fue la última en incorporarse a la Semana Santa melillense, después de que un grupo de militares del Acuartelamiento de Artillería 'Teniente Flomesta' decidiera ponerla en marcha en 1989. Al año siguiente, bendecida por el arzobispo castrense Monseñor Estepa, realizó su primer desfile con imágenes, obra del entonces Hermano Mayor de la Cofradía, Francisco Piernas.
Aún así, a pesar del esfuerzo del autor de las tallas, los materiales con las que se hicieron obligaron a la cofradía a renovarlas en 1999. Desde este año, la imagen de Nuestro Padre Jesús Humillado, obra de José Jiménez Guerrero, y la de María Santísima de la Piedad, de Diego Fernández Rodríguez, se convirtieron en los Sagrados Titulares que pasean cada Martes y Viernes Santos por las calles melillenses.
