La Oficina del Defensor del Pueblo comunica a la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla que se ha traslado a la Ciudad Autónoma de Melilla la necesidad de revisar el mantenimiento de los pozos negros que se encuentran en las inmediaciones del centro de menores de la Purísima y a la "adopción de las medidas oportunas para evitar el persistente mal olor que había en la zona en los días de la visita" de los representantes del Defensor del Pueblo a estas instalaciones.
Asimismo "se concluyó que se debe valora el inicio de obras de alcantarillado en la zona, para la resolución de modo definitivo del problema".
Menores
Pero el representante del Defensor del Pueblo también remitió una serie de conclusiones a la ciudad Autónoma, Fiscalía de Menores y Delegación del Gobierno en relación con la situación de los menores que residen fuera del centro y pernoctan en Melilla la Vieja. En el escrito se señalan que estos menores encuentran, entre otras dificultades: centros de protección saturados "y en malas condiciones, demora en obtener su autorización de residencia, extinción de la misma cuando acceder a la mayoría de edad, discriminación en su escolarización; que desincentivan su permanencia en los centros y suponen un acicate para que quieran dirigirse a la península".
Asimismo, "se ha dado traslado de la necesidad de adoptar medidas que permitan abordar a pie de calle la situación de estos menores desde puntos de vista distintos a los policiales, adoptando medidas asistenciales y educativas, toda vez que las coactivas que se han tomado hasta ahora no han demostrado efectividad".
La ONG recibirá información sobre la respuesta de estas instituciones a estas cuestiones, habida cuenta del escrito de denuncia presentado por Pro Derechos por los vertidos de aguas residuales en las instalaciones del centro de acogida.
