El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, aseguró ayer que la prohibición de entrada de borregos a nuestra ciudad “no es un capricho” ni busca “ir nadie contra nadie”. Tampoco se están “lesionando los intereses de la tradición de los musulmanes”, ya que lo que busca la medida decretada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) es evitar pérdidas económicas “millonarias”. Según El Barkani, esas pérdidas podrían superar los 6.000 millones de euros en caso de que se declarara un brote de fiebre aftosa en cualquier punto del territorio nacional, ya que la ganadería española no podría exportar. Por ello, insistió en que “es importante preservar que Melilla y España sigan libres” de dicha enfermedad animal. El Barkani, en rueda de prensa, señaló que la restricción de entrada de borregos, vigente desde la publicación de una orden ministerial el 19 de noviembre de 2015, “deriva de la necesidad de defender los intereses de los melillenses, los españoles y los europeos ante un brote de fiebre aftosa”. El objetivo es que el país “no quede aislada de la exportación de estos productos”.
“Ni este delegado del Gobierno ni el presidente de la Ciudad Autónoma somos responsables de la prohibición. Son las normas que regulan y están presentes en un Estado de Derecho como es el nuestro”, insistió El Barkani, que también aclaró que “nada ha cambiado” desde el 20 de noviembre, que entró en vigor la orden ministerial, “ni va a cambiar nada”.
Opinó que este asunto “debió quedar zanjado desde un principio”. De hecho, empezó su comparecencia con el deseo de que esa fuera la última vez que tuviera que hacerlo para hablar de la polémica generada en torno a la fiebre aftosa. Sin embargo, lamentó que “el interés belicista y de confrontación” que han tenido y siguen manteniendo algunos representantes políticos y asociativos “se ha hecho viral” en las últimas semanas con “una irresponsabilidad absoluta”.
Por ello, volvió a apelar a la responsabilidad y seriedad a la hora de abordar estos asuntos sanitarios y económicos que “pueden tener una repercusión económica muy importante” y que “no es un asunto de tradición o religión, aunque algunos hayan intentado hacer una causa para la confrontación”.
Esas posibles pérdidas económicas son la razón por la que ahora no se podrá aplicar la “excepcionalidad” que se hacía en las normas con motivo del Aid El Kebir en los últimos años mediante la colocación de un puesto de inspección fronterizo (PIF) para el paso de corderos, subrayó el delegado del Gobierno. Todo eso es lo que, tal y como expuso El Barkani, ha explicado el Ejecutivo a Coalición por Melilla (CPM) en los diversos escritos que en estos últimos meses ha remitido a organismos nacionales y supranacionales.
“Piden que el Gobierno saque los documentos o leyes o normas que impiden el paso de borregos. Lo tienen ya, desde el 5 de mayo que el Magrama respondió al primer escrito”, indicó El Barkani. En estos escritos se establece que es de aplicación la Ley 8/2003 de Sanidad Animal, que regula la importación y exportación en todo el territorio nacional, y que “la excepción” que se aplicaba con la celebración del Aid El Kebir ha estado siempre directamente relacionada con la situación epidemiológica respecto a la fiebre aftosa en Marruecos.
Eso, recordó el delegado, es lo que impidió que en 1999 y 2000 se importaran borregos desde Marruecos a Melilla por el brote de fiebre aftosa declarado en el país vecino. En aquella época, recalcó El Barkani echando la vista atrás, el líder cepemista, Mustafa Aberchán, era consejero de Medio Ambiente (1999), y después presidente de la Ciudad Autónoma (2000). Pero al contrario que ahora, Aberchán “apoyó la decisión del Gobierno de España y estuvo al lado del delegado del Gobierno”, el popular Enrique Beamud.
En el caso actual, 16 años después, aseguró que tanto él como Imbroda aceptarán las normas que emanan del Magrama “por el bien de los melillenses, de los españoles y la UE”, evitando la posibilidad de que se declare un brote de fiebre aftosa en España, lo que supondría “pérdidas económicas millonarias”.
Otra de las cuestiones a las que quiso responder El Barkani es a los documentos de la UE presentados por CPM, en los que esta formación se basa para decir que Melilla estaría fuera de esa prohibición de importación por no estar dentro de la Unión Aduanera: “Que Melilla no forma parte del cordón aduanero es algo que tenemos clarísimo, pero no tiene nada que ver el tema aduanero con el sanitario, donde no regula la UE, sino España con sus leyes”, aseveró el delegado.
Llamamiento a la población
También pidió a los melillenses que no se dejen engañar ni manipular, ya que los musulmanes podrán celebrar la festividad del Aid El Kebir con corderos procedentes de la península que cumplen con los requisitos halal, y de hecho, dijo que muchos ya los están adquiriendo ante la celebración de la Pascua el próximo 12 de septiembre. “Eso es lo importante. Que no se dejen manipular y demuestren que son gente responsable”, señaló.
En este sentido, ante el llamamiento que CPM hizo a los melillenses para que pasen borregos marroquíes, El Barkani respondió que aunque cree que nadie hará caso de esa petición, “quien la hace la paga”. No se trata, aclaró, de ninguna amenaza, sino de recordar que existen unas normas de convivencia en las que “cada uno es responsable de sus actos y la Ley se debe cumplir en estos casos”. Si alguien pasara borregos, además, apuntó la posibilidad de que podría estar “agravada” por las circunstancias que han rodeado a todo este tema.
La posible denuncia cepemista
El Barkani también se mostró tranquilo ante la advertencia de CPM de presentar una posible denuncia por presunto delito de prevaricación contra él por toda la polémica de los borregos. “Si por cumplir una Ley me quieren poner una denuncia por prevaricación, ese es el Estado de Derecho en el que Aberchán cree: que lo que no satisface su ego es contrario al Estado de Derecho”.
