Los teléfonos móviles de última generación son uno de los objetos más codiciados por los amigos de lo ajeno. Lo inusual es que los ladrones se delaten a sí mismos por la moda del ‘selfie’, como ocurrió en Melilla hace poco, cuando la dueña de un teléfono robado se encontró en su ordenador personal los autorretratos que ladrón se estaba haciendo. Todo fue gracias a la aplicación Dropbox instalada en el móvil, que sube a la nube de manera instantánea las fotos y otros archivos que se hacen desde el terminal. Según informó ayer en un comunicado de prensa la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, este episodio arranca a finales de septiembre, cuando la dueña de un móvil de última generación denunció ante la Policía Nacional que le habían robado el teléfono en un local de ocio del puerto deportivo. El caso pasó a la Guardia Civil, ya que el Puerto Noray es de su demarcación.
Pero después de presentar la denuncia, la dueña del móvil encontró en su ordenador personal las fotos que el ladrón iba haciendo, las cuales se iban almacenando automáticamente en la nube de Dropbox. Entre esas fotos, numerosos selfies que pusieron rostro a quien días antes se había apropiado del smartphone.
La dueña del móvil facilitó estas fotos a la Guardia Civil que, en colaboración con la Policía Nacional, inició una “laboriosa línea de investigación” para dar con la identidad de quien aparecía en esos autorretratos. Se trata de un marroquí de 30 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales M.K., residente en su país de origen, al que se le imputa un delito de hurto.
Los ‘selfies’ han sido “determinantes” para esclarecer los hechos, así como la aportación de pruebas por parte de la dueña del móvil, que no ha podido ser recuperado.
