La Policía Local ha detenido en Melilla a un individuo como presunto autor de un delito contra la seguridad vial al ser sorprendido conduciendo un vehículo a motor triplicando la tasa de alcohol permitida y negarse a acudir al juzgado.
Según ha informado un portavoz, los hechos han ocurrido la madrugada del domingo 29 de mayo, concretamente a las 03:55 horas, en la calle Francisco Hernández Díaz, cuando en un control de documentación, procedieron a dar el alto a un vehículo.
De este modo, ha subrayado que en el transcurso de la intervención de identificación del conductor del vehículo, los agentes apreciaron en él claros síntomas de encontrarse influenciado por la ingesta de bebidas alcohólicas, como fuerte olor a alcohol y habla pastosa. Por tales indicios se le hizo saber de la obligación de someterse a la prueba de alcoholemia y los derechos que le asisten, manifestando su deseo de realizarla en el lugar mediante etilómetro homologado de aproximación, arrojando un resultado positivo de cero coma setenta y tres (0,73) mg/l en aire espirado cuando el máximo permitido es de 0,25 mg/l en aire espirado.
Por lo expuesto, procedieron al traslado voluntario en el vehículo policial del encartado hasta las dependencias policiales, para la realización de la preceptiva prueba de alcoholemia mediante etilómetro de precisión, dando un resultado de 0,72 mg/l en la primera prueba que se le realizó y 0,68 mg/l en la segunda.
El portavoz policial ha detallado que debido a los síntomas externos que presentaba el conductor y a los resultados de los test de alcoholemia, fue imputado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial. Tras ser informado de los derechos que le asistían y que por la gravedad de los mismos debía comparecer en las dependencias judiciales, el conductor “se negó a prestar atención a las indicaciones de los agentes manifestando en reiteradas ocasiones que no se iba a presentar al juzgado”. Ante su constante negativa a asistir a sede judicial, la Policía Local determinó que debería permanecer en calidad de detenido, en los calabozos de la Policía, hasta su traslado y puesta a disposición judicial. El vehículo que conducía fue intervenido y depositado, quedando también a disposición judicial.
