La asociación ecologista Melilla en Verde ha registrado una denuncia ante la Comisión Europea contra el Ministerio del Interior por lo que considera una “vulneración del derecho de la Unión” en la zona natural protegida de Aguadú, donde considera que se ha producido un “desastre” medioambiental por unas obras de mejora de la valla fronteriza.
En una nota de prensa, Melilla en Verde ha acusado a la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza de “inoperatividad” a la hora de ordenar la paralización de unas obras “que están destrozando el último reducto natural de la ciudad de Melilla”, catalogado como Zona de Especial Conservación (ZEC).
Melilla en Verde ha lamentado que, pese a que hace un mes que realizó una denuncia pública sobre este asunto, a las que se han sumado otras de otras entidades como Guelaya-Ecologistas en Acción, “el Ministerio del Interior sigue destrozando la zona, a pesar de los requerimientos de la Consejería para la paralización de las obras”.
Todo ello, apunta esta entidad, “supone la desaparición de la última zona natural de la ciudad, ya que según los informes consultados, la obra ha eliminado los elementos naturales por los que se concedió a la zona las figuras de protección europeas, llegando incluso a la posible afectación de la Lapa ferrugínea, catalogada en peligro de extinción”.
Así, ha insistido en que esa zona está protegida por la normativa europea y por su propio Plan de Ordenación de Recursos Naturales, por lo que la actuación del Ministerio del Interior “es ilegal”, dado que no ha realizado un procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
“Ni siquiera un proyecto con el argumento de ser declarado de emergencia, argumento muy difícil de sostener, ya que no coincide con los casos de emergencia tasados por la ley de contratos de acontecimientos catastróficos, de grave peligro o que afecte a la seguridad nacional”, apunta Melilla en Verde.
La segunda
La asociación lamenta que esta es la segunda actuación que se lleva a cabo en este siglo en “la zona más natural del territorio de Melilla”, la primera de ellas hace años, cuando “el Ministerio del Interior realizó una actuación altamente impactante para hacer una carretera hasta la punta del dique norte, aprovechando la entrada de inmigrantes por la zona norte”.
Melilla en Verde apunta que en aquella ocasión, la Consejería de Medio Ambiente “no se movió ante lo que era un atentado natural contra el medio ambiente que en teoría tenía que defender”, a diferencia de lo ocurrido ahora, cuando “sí ha dado pasos, pero no suficientes como para detener el destrozo”.
Por último, ha avanzado que piensa rechazar “cualquier medida de compensación que el Ministerio quiera realizar con dinero público” porque “solo sirven para animar a seguir destrozando nuestro medio natural”, de ahí su intención de “perseguir a los responsables de generar y permitir este destrozo y no tener en cuenta las normas q para proteger el escaso patrimonio natural que queda”.
