– ¿Cuántos agentes más harían falta?
– En la frontera hay alrededor de 130. Harían falta unos 50 agentes más en los pasos fronterizos y otros 50 en la Jefatura. El catálogo que tenemos es obsoleto, es de 2008, pero las necesidades en Melilla han cambiado en estos 9 años. La falta de personal es un mal endémico que tenemos en toda la Policía. El problema es la falta de política de previsión, no solo de este Gobierno, por desgracia del anterior también. La situación económica está por encima de la tasa de reposición, es decir, las oposiciones que hay cada año. Hemos pasado de promociones de 5.000, a promociones de 140 en un año. Ahora mismo se están jubilando mil compañeros cada tres meses. Por eso, en estos años de crisis, con promociones tan pequeñas, es insostenible. Dentro de poco nos va a tocar tener que poner policías de cartón porque no hay funcionarios para prestar el servicio. No tenemos calidad en la prestación del servicio por falta de efectivos. Eso el Gobierno no lo ha previsto, y como sindicato pedimos que se haga una tasa de reposición estable, independientemente de la situación económica, que sean unos 1.000 o 2.000 cada año y así no nos encontraremos con situaciones como esta. Es verdad que el ministro ha hecho un esfuerzo con las nuevas promociones, que van a entrar 2.600, pero la realidad es que esos policías no estarán operativos hasta dentro de tres años. A nosotros nos va a tocar, haciendo ese ejercicio de responsabilidad, dar un servicio sin efectivos. Y si a eso añadimos la imposición de una jornada laboral que es nefasta, estamos viviendo en cuanto a medios humanos, una de las peores etapas policiales, porque no hay efectivos para poder prestar el servicio. No queremos alarmar a la ciudadanía, va a estar segura, pero a costa de renunciar a vacaciones, permisos, para llegar a una media de poder prestar esa labor policial como se merecen los ciudadanos.
