La cesión por parte del Gobierno central del cuartel de Loyola y sus terrenos al ayuntamiento de San Sebastián gobernado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) es “una operación inadmisible y una deslealtad con las Fuerzas Armadas” en opinión del diputado por Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu. En una entrevista que recoge el rotativo nacional ABC, el parlamentario melillense se muestra convencido de que las Fuerzas Armadas “se sienten víctimas de un presidente que está dispuesto a lo que sea por permanecer en el poder”.
Claudicación
Añade que el Gobierno central “ha abdicado de su responsabilidad exclusiva de la defensa nacional”. Afirma que el objetivo del nacionalismo es que el Ejército se marche del País Vasco y tiene claro que la Defensa es una competencia no transferida que “vertebra a la nación” algo que los nacionalistas, “no pueden tolerar”.
Afirma que le produce “mucho dolor” que la ministra de Defensa “haya claudicado de esa manera ante el Gobierno” y pregunta si de esta forma se paga la labor que el Ejército viene realizando en la pandemia.
Preguntado si interpreta que esta decisión supondrá la marcha definitiva del Ejército de Guipúzcoa, manifiesta que debería darse una solución, pero sí que califica de “brindis al sol” que el Ministerio diga que las Fuerzas Armadas no saldrán de San Sebastián porque ya se ha dado la orden de que el Ejército abandone el acuartelamiento de Loyola a finales de 2021.
Explica en la entrevista que en 2018 el acuartelamiento de Loyola y el campo de maniobras y tiro de Jaizquíbel fueron declarados de interés para la Defensa Nacional y apostilla de que el Ministerio de Defensa “estaba convencido de que esta cesión no se iba a producir, y es una decisión que solo puede responder al deseo enfermizo de Pedro Sánchez de mantenerse en el poder”.
Denuncia que, con esta orden de desalojo del cuartel de Loyola, se está planteando “la salida de 500 militares y sus familias de forma indecorosa e indigna”. Deja de manifiesto el diputado melillense que el Ejército “tiene absoluta lealtad con todas las instituciones que trabaja y claro está que con el Ayuntamiento de San Sebastián con quien se trabajaba siempre para contemplar otras opciones de realojo”.
Apostilla que la decisión adoptada “simplemente es una traición, porque el Gobierno ha vendido al Ejército por unos presupuestos”.
