El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, manifestó ayer que Melilla no podrá acoger a más de 500 menores extranjeros no acompañados (MENA) porque "todo tiene un límite" y es que "por sentido común", la ciudad "no puede acoger a todos los menores de Marruecos". Ventura señaló que deberá ser el Gobierno central, una vez se constituya, el que establezca el tope de acogidos de una ciudad fronteriza como la nuestra, pero acompañado del presupuesto necesario. Lo que tiene claro es que con 330 acogidos en Purísima en estos momentos, el tema de los MENAS se ha convertido en un "asunto de Estado". El consejero dio a conocer que el hecho de acoger ya a 330 menores en Purísima, ha obligado a que se lleven a cabo distintas actuaciones al objeto de buscar acomodo a tanto residente. Para ello se ha decidido que las literas pasen a ser de tres alturas, con lo que se evitará que haya menores durmiendo en colchones en el suelo. Asimismo, se han creado dos comedores en el centro de Primera acogida y se planifica habilitar un tercero, así como duplicar la zona de duchas reduciendo el espacio de las cabinas y permitir que en vez tres, haya seis duchas por módulo. Asimismo se está ampliando el total de sanitarios.
Daniel Ventura aseguró que hay que desterrar la imagen de que el centro de Purísima, con el trasiego de menores y demás "es un desastre, porque no lo es". De hecho, muchos de los menores residentes colaboran en los trabajos de pintura y albañilería gracias a los talleres de formación en los que participan.
CPM
Daniel Ventura también aprovechó la ocasión para salir al paso de las críticas de Dunia Almansouri de CPM sobre la necesidad de que exista un protocolo en materia de menores que posibilite, entre otras medidas, acelerar las pruebas de edad de los MENAS. Asimismo, además de acusar al consejero de intentar "lanzar balones fuera" sobre este asunto, le señalaba que la Ciudad debe aclarar si pretende continuar con las competencias de menores.
El consejero dijo sorprenderle las declaraciones de una persona que, al contrario que él, no es "una novata en política". Aclaró Ventura que desde hace años existe un protocolo que especifica cómo actuar en el tema de los MENAS, incluyendo la realización de las pruebas de edad "a la mayor brevedad posible". Explicó que cuando él hablaba de una mayor coordinación entre la Ciudad, Fiscalía y la Policía en materia de identificación, es porque existe un grupo de jóvenes extranjeros que se hacen pasar por menores sin serlo, que "hacen un uso torticero de la legislación y la buena fe" de España "aprovechándose del centro de Purísima" del que escapan para no someterse a las pruebas de edad que los delatarían.
Muchos de estos jóvenes, dijo, "cometen delitos" y cuando son detenidos alegan que son menores por lo que se les juzga por esta ley, aunque después se confirme su mayoría de edad. Por ese motivo el consejero quiere que "aquellos jóvenes que tienen aspecto de adultos no sean acogidos en un centro de menores, porque es peligroso". Su petición, como afirma viene ocurriendo en los últimos tiempos, es lograr acortar el plazo y que en 24 horas se pueda hacer las pruebas y determinar la edad. De hecho en estas últimas semanas se ha confirmado la mayoría de edad de hasta 50 jóvenes que decían ser menores. Además, "estamos bastante coordinados con Comisaría y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en el tema de los MENAS y de hecho participamos en las comisiones de seguridad que se realizan en Delegación. Estamos coordinados y estamos cumpliendo con el protocolo".
Crisis
Ante la recomendación cepemista de que estudien si devolver o no las competencias de Menores, indicó Daniel Ventura que "resulta fácil hablar desde fuera, pero no veo que ni CPM ni ningún grupo de la oposición aporten alternativas, sólo críticas". Aseguró que él intenta solucionar los problemas "con los recursos que tenemos, y cuando veo que es un asunto más amplio, como los MENAS, hay que hablar con los ministerios y el objetivo, ante esta crisis, es que los menores se puedan repatriar a su país".
El caso es que la Ciudad Autónoma, incidió Daniel Ventura en sus explicaciones, no puede acoger a más de 500 menores extranjeros no acompañados, y la cifra actual se acerca a este tope si se tiene en cuenta que hay contabilizando 330 en Purísima, los 70 que viven en la calle y el resto de menores en el sistema de protección. Tan sólo el presupuesto para Purísima es de 3,3 millones de euros al año, para prestar "la atención que precisan".
Ventura, que dejó patente su interés porque se pueda ampliar el número de trabajadores del centro Purísima en unos 5 ó 6 empleados más para atender la actual carga de trabajo, mostró su confianza en que el nuevo Gobierno central, "sea el que sea, se tome un poco más en serio esta situación de los menores, porque lo que ocurre no se ha vivido antes, nunca, jamás antes Melilla tuvo tantos MENAS y de hecho en junio había menos de 200 acogidos y ya superamos los 330".
El ‘efecto llamada’ y el fin documental mueve a los MENAS
Añadió el consejero de Bienestar Social que en los últimos tiempos se viene dando el caso de la llegada de jóvenes marroquíes de las zonas más cercanas a Melilla, de entre 16 y 17 años, que logran entrar a la ciudad con el objetivo de, tras un tiempo de acogida en el Centro Purísima y residencia legal en España, lograr la documentación que les permita realizar la reagrupación familiar. Se calcula que son unos cien y su comportamiento es excelente.
En este caso, acceden a Melilla con el DNI de Nador o Farhana, y después se quedan. Muchos entran con sus familias y “después se quedan aquí”. Pero también hay otros sistemas y modos de entrada de menores y jóvenes del otro lado fronterizo, como aquellos que alertados por el 'efecto llamada' de los “numerosos” compañeros que han logrado llegar a la península como polizones y no dudan en imitarles arriesgarse en esta peligrosa misión.
