Han pasado unos cuantos días en los que hemos leído un buen número de cariñosos artículos ensalzando la III Carrera Africana y todo lo que ha rodeado a la misma, especialmente su ejemplar organización, pues desde su primera edición representa el evento deportivo (y social, en lo que a afluencia de público se refiere) más importante del calendario melillense. Fue una jornada de alegrías, de aplausos sin fin, de caras de satisfacción, pero también de caras y cuerpos enteros que reflejaban el sufrimiento; el sufrimiento en un afán por medirse a uno mismo; el sufrimiento por acercarse un poco más al límite de las fuerzas; fue una jornada de entrega.
Afloran ahora muchas pequeñas y grandes historias "dentro de la historia"; episodios que deben ser conocidos para entender la grandeza del evento.
Historias como la de un equipo, entre otros, que con esa filosofía de entrega y sacrificio ya se ha hecho un hueco en las pruebas de gran fondo melillenses como son la Media Maratón y la Carrera Africana; ese equipo es el del Batallón de Cuartel General, que con su lema "A ESPAÑA… SERVIR HASTA MORIR" y su camiseta del color de su Guión, es conocido como "la marea azul".
Y en esas estaban los cuarenta componentes de dicho equipo cuando iban concentrándose, como cada año, en la Plaza de las Cuatro Culturas, ataviados con su equipación deportiva y ropa seca para abrigarse tras la prueba. Pero en esta ocasión traían consigo una primera muestra de entrega.Traían un lote de artículos alimenticios y escolares con los que apoyar a Cruz Roja en uno de sus programas de ayuda a los niños escolarizados de Melilla que pertenecen a familias en riesgo de exclusión social, que en esta ocasión, habían gritado “A mí La Legión", solicitando el amparo de la organización de esta magnífica prueba (un nuevo apoyo de los militares de Melilla a dicha causa, tras la campaña de colaboración con el programa "Desayunos Solidarios" de dicha organización)
Un año más, la representación de esta Unidad iba aumentando, pues además de este conjuntado equipo, una multitud de componentes de dicho Batallón competían a título individual, en busca de su límite; componentes como el campeón absoluto de la modalidad de bicicleta o el noveno clasificado absoluto en la carrera a pie (y 4º en la categoría Senior), o la 3ª clasificada en Promesa Femenina, o la 3ª clasificada en Veteranas "A". En resumidas cuentas, contribuyendo a que la cultura del deporte y la vida saludable sea la norma común entre los que componen dicha Unidad y, por ende, de nuestras Fuerzas Armadas..
Y en sus "trece" estaban estos "cuarenta" de llegar todos a la meta; todos y juntos, a pesar de las seguras incidencias que ocurren en este tipo de carrera a casi todos sus competidores, a lo largo de tantos kilómetros, cuestas y horas de esfuerzo. Pues no es nada habitual ver salir un equipo de tanto personal y llegar TODOS, unidos como los dedos de una mano, como se refleja en el listado oficial de clasificaciones (menos de diez segundos entre el primero y el último; prácticamente el tiempo de "desfile").
Pero iban equipados con todos los pertrechos necesarios: unas buenas zapatillas, músculos bien entrenados, una camilla de lona (por si era necesario llevar a alguien lesionado, pues esa era su determinación) y, por encima de todo, un corazón, o cuarenta, que latían al unísono.
Muchos fueron los momentos de dolor, de cansancio, de ánimos entre unos y otros, de ayuda al que peor iba… en fin, de entrega. Muchos fueron también los gritos y aplausos de ánimo, que llevaban en volandas a este equipo por los caminos y las calles de esta preciosa Melilla; tantos fueron que la meta se acercaba de forma inexorable, venciéndose a su paso todo tipo de obstáculos.
Cuarenta salieron y cuarenta llegaron, hombres y mujeres, de todos los empleos militares, en torno a su Guión azulado y en perfecta formación, con fuerzas suficientes para guardar la mejor de sus sonrisas al público, que esperaba la llegada de todos los competidores, así como para gritar una vez más su lema antes de reencontrarse con sus familiares y amigos para recibir de ellos su cariño y felicitación.
La cuarta edición de La Africana está ya más cerca.
