Leí los otros días una noticia, no me acuerdo dónde, sobre las mejores ciudades de tapeo “gratis” y me sorprendió e indignó que entre ellas no mencionasen a Melilla. Así que en esta ocasión me voy a olvidar o a dejar en un cajón a los políticos y a sus partidos. Que “se rompan los cuernos”, como se suele decir vulgarmente con quienes pactan, cómo y por qué y si …
…esos “partos-pactos-acuerdos-guisos-etc.” van a significar una mejora para el pueblo y sus pobladores…o si seguirá siendo también como hasta ahora, para beneficio del gran capital-Ibex-banca- financieras y multinacionales “agradecidas” con muchos asesores políticos muy bien adoctrinados y pagados. Cada uno con nuestros comentarios hemos ido “arrimando el ascua a nuestra sardina” con nuestra idea de gobierno de derechas-centro-izquierda progresista o un “tótum revolutum” (¿estará bien escrito?). Que se apañen o repito, “que se rompan los cuernos” (con perdón), bastante cobran para acertar.
Vámonos de tapeo, cervecita o vinito. Ya muchos han escrito sobre esto en Melilla y muy bien por cierto (sobre todo Farid recordándonos todos aquellos bares desaparecidos, los que yo y otros muchos conocimos). Para contrarrestar algo lo que he leído sobre esas ciudades españolas del mejor y gratis tapeo, me voy a referir claro está a lo que yo conocí en aquella época de los 60, en los cincuenta por mi corta edad no frecuentaba bares, solo pegaba “patás a las latas, a un balón de trapo, goma o plástico” y usaba aquellas sandalias de goma que en verano se llenaban de “churretones achocolatados”.
Lo siento, lo de ahora lo desconozco, espero conocerlo en esta primavera si “nada me lo impide” y la previsión no me falla, “apostado queda” paisanos. El autor del artículo menciona unas 13 localidades con bebida y tapas entre 1,20 (Badajoz-Segovia) y 2,80 (Alcalá de Henares) según los sitios. Otras localidades son Ávila, Almería, Granada, Jaén, León, Salamanca, Vigo, Puertollano y zonas de Madrid. De las mencionadas y constatado por mi, me quedo especialmente con Almería (al estilo de la Melilla que conocí), después Granada, Madrid y últimamente algo he tomado por Andújar (Jaén) cantidad y calidad de tapas y un tubo de cerveza 1,80. Me coge de paso cada vez que voy a Dos Hermanas, lugar donde la tienes que pagar, bastante buena, pero a 2,50 euros sin la bebida.
No mencionan en el escrito a nuestra Melilla, que si de entre otras cosas puede presumir es de sus excelentes, abundantes y variadas tapas ¿Sigue siendo así la cosa?, yo no lo he comprobado, pero por comentarios de mi hermano, cuñada y amigos parece ser que si y ojala no cambie. Si que en comentarios de diversas personas al mencionado escrito, leí uno que cita a Melilla favorablemente por expresiones que al parecer, le ha realizado algún conocido como él mismo refiere.
Ya con 16-17 años nos juntábamos algunos amigos y por lo menos tres o cuatro bares un sábado, o bien domingo pagando cada “quisqui” una consumición, incluso podía ser ese mismo día todo en el mismo bar o alternando. Sin ningún interés por supuesto, en nuestro caso se llevaba la palma y posteriormente ya con nuestra novias también el Bar Aragón del Industrial (creo que es uno de los que continúa en activo, posiblemente regentado ahora por los herederos del dueño).Los colores del Barça y del Madrid bien presentes en el bar. Aquellas tapas de bravas que eran cocidas, con su azafrán picantito, su anchoa y el palillo correspondiente para sujetarlas, era un buen platito bien surtido. Tenía mucha variedad en tapas, pero para mi era la preferida. En los bares Alhambra y Savoy en calle Castellar (La Cañada) nos gustaba especialmente la Corvina y almejas a la plancha con un poquito de limón. Enfrente mismo un poco más tarde montaron La espuela, al medio día te ponían un poco de paella en un recipiente/cazuelita de barro, estaba buenísima y sino una de calamares en su tinta, superior. Seguimos para arriba y un buen tinto de barril con sardinitas asadas en la Bodega Madrid, muy concurrida entonces por la tropa melillense. En el Bar Andalucía, su especialidad eran las sardinitas o boquerones abiertos, fritos y adobados, “oído cocina, marchando una de adobo”, así repetían los camareros casi ininterrumpidamente. Con cuatro tomas bien de cañitas o vinos apoquinando cada uno una “convidá” bien al medio o a la noche ya no comías nada en casa. Cuando novios, si íbamos al Nacional o al Monumental, con un “duro o dos de salario dominical” era parada obligatoria en Casa Solís frente al cine Nacional. Un vino Azpelicueta blanco de sabor dulzón suave con su tapa, y medio bocata de atún con tomate, delicioso. Luego una peli española de la época con aquellos grandísimos actores (Landa, López Vázquez, Toni Leblanc, los Ozores, etc.) que cuando parecía que “ya tenían a tiro a la hembra en cuestión” (ellos presumiendo siempre de muy machos), algún contratiempo inoportuno impedía “el cameo” y en ocasiones hasta “un simple beso”. Esto último si que ocurría en esas últimas filas de nuestros cines. Ahora en plena rue, playas (en arena o agua) o parques hay “algo más que besos”, hay que disfrutar hoy y no dejarlo para mañana, o mejor dicho “haz el amor y no la guerra”. Siguiendo con el tapeo, al salir del cine con solo 17-18-19 años el dinero no se podía estirar más y tenías para esa cañita o vino en los bares de La Cañada mencionados anteriormente, que eran los de nuestro recorrido de regreso a las primeras casas de Horcas Coloradas junto al cementerio, pasando primero por Padre Lerchundi y la Casa del Cura.
Para no abusar de la gentileza del Diario lo dejo aquí, ya en otra ocasión haremos otro recorrido por otros lugares sobre el mismo tema, “bares de Melilla”. Yo estoy muy orgulloso de que en Melilla, mi tierra, se siga con esa sana tradición.
Y seguimos gobernados “en funciones”, mirad que se lo piensan, se acercan, se alejan, en ocasiones parece que sí acercan posturas, otras que no. Se suavizan situaciones, en otras se encienden. No paran de tirarse puyas o disparar con balas certeras en ocasiones. Lo dicho, nosotros a lo nuestro…pasear, beber y tapear por Melilla (el que pueda disfrutarlo) y todos estos políticos demasiado bien pagados “que sigan rompiéndose los cuernos” (con perdón). El pueblo espera y tiene paciencia, pero cada vez menos.
