Pregunto, ¿A quién o quienes interesa que el sistema falle? El grupo de “hombres” a los que se está juzgando por violar “presuntamente” a una mujer en los Sanfermines de Pamplona se declaran inocentes (cafres indecentes, añadiría yo). Acorralar, grabar, desnudar, encerrar en un portal y quitarle el móvil a una joven indefensa, dicen, fue un acto voluntario (claro de ellos). Relaciones consentidas, aduce su abogado. ¿Qué entenderán estos de la manada y su abogado por relaciones consentidas?¿En qué habrá fallado su educación para que hacer lo descrito puedan considerarlo una relación consentida? ¿Cómo es posible que pasárselo “bien” pueda incluir arruinar la juventud de una mujer? ¿Qué clase de hombres pueden, al día siguiente de estos hechos, pasearse por Pamplona como si nada hubiera sucedido? Cuando el “hombre” toma a la mujer como un objeto con el que puede hacer lo que quiera y, si esta se niega, usa la fuerza bruta, es que fallan muchas cosas. Falla la educación, el civismo. La igualdad debe aprenderse desde pequeños. Falla el entorno, familia y amigos, que no sancionan ni reprenden estos comportamientos. Fallan las leyes, que no impiden ni castigan suficientemente estos hechos deplorables que se siguen produciendo una y otra vez. Probablemente falle también parte de la judicatura y fuerzas de seguridad, que dejan muy desprotegidas a las agredidas. Falla el gobierno y la oposición. Y fallamos todos cuando en las redes sociales salen “personas” (animales como los de la manada) con actitudes violentas y machistas que no rechazamos suficientemente.
Cuando escuchamos una canción en la que la sumisión de la mujer y su trato como objeto de deseo y placer, debemos reflexionar si este es el mensaje que queremos que llegue a nuestros hijos y nietos. La decisión, que no quepa duda, está en nuestras manos.
