CSI-F ha pedido este miércoles el cese del director general de Evaluación y Cooperación Territorial, José Ignacio Sánchez y su "mano derecha", Sagrario Chinarro, tras descartar ocho de las 50 comisiones de servicio solicitadas para las docentes. Sergio Ramírez, de CSI-F Educación, asegura que esta decisión desde Madrid "perjudica" las negociaciones con el MEC en Melilla. "CSI-F está harto del desprecio de Madrid", aseguro uno de los responsables de CSI-F, Sergio Ramírez, en referencia a la negativa del director general de Evaluación y Cooperación Territorial, de aprobar todas las comisiones de servicios como se han realizado otros años y dejando fuera ocho de las 50 solicitadas.
Las comisiones de servicios son, según el responsable sindical, cambios de puestos de docentes que tienen límite definitivo en un lugar, y se les cambia a otro provisional para llevar a cabo un trabajo específico.
De esta manera, Ramírez explicó que "siempre las comisiones de servicio han sido negociadas y aprobadas en Melilla", sin embargo, el responsable sindical apuntó que en esta ocasión "ha venido alguien de Madrid que no conoce el trabajo de los compañeros y lo echa para atrás", en referencia al director general de Evaluación y Cooperación Territorial, José Ignacio Sánchez.
A juicio del responsable, la decisión de Sánchez "destruye" la negociación llevada a cabo con el director provincial del Ministerio de Educación Cultura y Deporte (MECD), José M. Calzado, toda vez que derriba "todo el trabajo que han llevado a cabo los compañeros con el centro y los alumnos" donde el profesor va a realizar la comisión de servicio y "hace un mal" al centro.
En la misma línea, el responsable sindical recordó que cada vez que Sánchez se desplaza a la Ciudad "ha venido a imponer y no negocia nada y ahora para rematar hace esto". "A ocho personas le han cambiado el verano", criticó.
Por todo ello, CSI-F solicita el cese del director de Cooperación y Evaluación Territorial ya que "muchos compañeros están tomando nota para las elecciones de noviembre", advierte Ramírez quien también solicita que cese su "mano derecha", Sagrario Chinarro, que también "viene a imponer y a no negociar" a Melilla.
"Queremos negociaciones directas", defiende Ramírez pero "con personas que sepan negociar, ya que "así va la educación y así van los resultados en Melilla".