Ciudadanos (Cs) considera que el PP debería gobernar “con la mayoría que le ha dado el Pueblo de Melilla” en las urnas, pero ve “muy complicado” que sus dos diputados puedan darle un voto favorable en el acto de constitución de la Asamblea, previsto para el 13 de junio, si la formación popular no cumple el decálogo de Cs, en el que se incluye las listas exentas de imputados. Ésta fue una de las principales conclusiones que ayer extrajo el cabeza de lista de Cs, Eduardo de Castro, tras su reunión con el presidente en funciones y candidato del PP, Juan José Imbroda, que le había citado en el despacho de Presidencia del Palacio de la Asamblea. Ambos líderes políticos estuvieron conversando durante 15 minutos sobre la campaña electoral y “el futuro”. Ese futuro incluía, como no podía ser de otro modo, la futura composición de la Asamblea, donde por ahora ninguno de los grupos políticos tiene la mayoría absoluta para garantizarse la Presidencia durante los próximos cuatro años sin el apoyo de otras formaciones. Solo el PP podría aspirar a ello en solitario, siempre y cuando no se unan todos los partidos de la oposición para sumar los 13 escaños.
Tras la reunión, y a preguntas de los periodistas, De Castro dejó claro que la condición previa que pone su partido para cambiar el sentido de su voto no favorable hacia el PP es que “no puede haber imputados en las listas”, una premisa “insalvable” para Cs aunque el “concepto de imputados” que tiene el PP sea “diferente”.
“No estoy diciendo que aquí haya culpables o no culpables, eso lo decidirá el juez de turno, pero para nosotros es insalvable y es un requisito previo de Ciudadanos”, subrayó De Castro, que también recordó que todas las decisiones y propuestas del partido deberán tener el visto bueno de la Comisión Ejecutiva.
El “punto de partida” de Ciudadanos es dar un voto no favorable a la candidatura de Imbroda para la Presidencia de Melilla, de modo que la posibilidad de cambiar este sentido de voto depende “básicamente” de que se cumpla el decálogo de Cs y de lo que ocurra de aquí al día de la investidura.
De Castro explicó que, aunque ya ha tenido “algún encuentro puntual” con otros partidos de la oposición, su deseo es que todos sus representantes se reúnan porque si bien no son “un bloque monolítico”, sí consideró que “hay que hablar y dependiendo de eso”, actuarán. “Aquí no hay una oposición que sea de piedra de granito, habrá que ver las propuestas que van saliendo y en principio estamos expectantes” de cómo se va desarrollando el tema”, agregó.
Las reglas del juego
Tras reunirse con el presidente en funciones y cabeza de lista del PP, Juan José Imbroda, el coordinador de Cs dijo que el líder popular “conoce perfectamente” las condiciones de Ciudadanos y entiende que es “la base de negociación” de este partido, de modo que “no tiene más remedio que aceptar las reglas del juego” que pone la formación de Albert Rivera si quiere su apoyo para los próximos cuatro años en la Asamblea.
En cualquier caso, destacó la cordialidad con la que ha transcurrido el encuentro, en el que “no ha habido ningún rifirrafe”. Durante la reunión, dijo que Imbroda le transmitió que comprende que existan esas premisas y que confía en que en un futuro puedan llegar a “acuerdos puntuales”.
“Aquí no se abre ni se cierra ninguna puerta, estamos a la expectativa de decisiones posteriores”, agregó De Castro, que dijo coincidir con Imbroda en que las elecciones generales serán “un punto de inflexión” y “hasta ahí hay que estar aguantando”.
Según el responsable de Cs, “hay que esperar un poco los acontecimientos” y “habrá que ver las distintas propuestas que van saliendo”, aunque insistió en que la pretensión de su partido es que gobierne la lista más votada porque “así lo han decidido las urnas”. “Otra posibilidad no veo”, señaló De Castro en alusión a la sugerencia del PSOE de buscar acuerdos entre todos los partidos de la oposición para evitar que el PP gobierne otros cuatro años más.
