Por otra parte, esta comisión denunció que entre marzo y julio se han podido producir 230 devoluciones en caliente en Melilla, si bien también denunció una supuesta violencia de los agentes marroquíes que trabajan contra la presión migratoria en las zonas limítrofes de Melilla, tanto a la hora de repeler los intentos de entrada a Melilla como en los campamentos del Gurugú. Este informe también contiene reproches a la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Así, a la Guardia Civil la acusa de utilizar gases “directamente sobre las vías respiratorias” de los inmigrantes y de agredirlos utilizando las defensas. En este sentido, apuntan que “hay indicios fundados, por observación directa, de que la Guardia Civil no cuenta con los mecanismos de control interno necesarios para prevenir posibles abusos, así como para evitar la existencia de comportamientos racistas o xenófobos”.
También apunta el informe que la Policía Nacional emplean la fuerza contra las porteadoras en la frontera, contra las que asegura que emplea una “clara actitud amenazante y agresiva”.
