Antonio García Castillo
De todos es conocida esta expresión, especialmente en los amantes del mundo taurino y cualquier aficionado sabe que este titular se concede a los toreros que realizan una grandísima actuación y que, además de otros trofeos como puedan ser vueltas al ruedo, orejas y rabo, el mayor de ellos es salir a hombros por la Puerta Grande de la Plaza cuando su faena con el astado ha sido insuperable, excelsa.
Hoy se vuelve a abrir esta Puerta que en el caso que pasamos a aclarar va a ser “La Puerta Grande Sanitaria” y sale por ella y sin discusión, merecidamente nuestra queridísima compañera MARU SEGURA GILABERT quien se ganó a pulso este reconocimiento porque lidió su toreo con una sonrisa en los labios y con una muleta de comprensión, de colaboración, de saber estar y saber ayudar en los momentos difíciles de la lidia de la vida. Y es justo y necesario ese reconocimiento a su trayectoria laboral que lo dio todo sin pedir nada a cambio como hace la gente de bien.
Se nos marcha, mejor dicho se nos jubila, porque tiene derecho acreditado a poder descansar, porque fue nuestro faro que nos iluminaba en momentos y situaciones de penumbras, porque la luz que desprendía era la emanada de su sonrisa, humildad y corazón.
Con este beso, online, te deseo lo mejor como te van a desear aquellos que te conocen y a los que nunca vas a defraudar si recurrimos a ti porque volverás, con tu sonrisa de ángel, a ayudarnos.
