- ¿`Porque censuro tanto a los demás y no me censuro yo?….. ¿Porque critico a otros y no me critico a mi?…. ¿Porque veo la paja en el ojo ajeno y no el contenedor en el mío?…..-
Porque estoy mudo y ciego. No tengo facultad de hablar. Solo enjuicio. No hablo. Hablar es poner en práctica la facultad del pensamiento, accionado por los sentimientos.
Sentir no es sentirse, es sentiros. Sentiros equivale a conoceros. Sino del todo, al menos de una forma, que no distorsiona ni envilece la forma original. Más bien la construye y la dignifica, aunque ella no sea exacta, pero si merecedora de serlo.
Entonces, la visión se hace mas lucida…. ¿Porque? Por propia construcción mía. Por propio respeto a mi mismo. Cuando yo hablo mal de alguien, me ensucio yo. Hablar mal, nunca es razonable. Siempre es adherente.
¿Porqué pudiendo ser yo, no lo soy?… Los errores ajenos me van configurando No soy yo. Solo restos, despojos de otros se van acumulando en mi, cubriendo de harapos y miserias mi propia imagen. Un individuo cercano, que trastoca, interrumpe y embrutece, mi conducta normal de sentirme persona. Una especie de “belial” sin yugo y sin principios, cuyo origen son los desaciertos, la inutilidad y la ignorancia.
Antes no lo notaba, pues su presencia iba tan unida a la mía, que me anulaba, dando a los demás, una imagen errónea de mi autentico yo, el cual, después de tantos años, y tantas cosas ocurridas, se va distanciando, creando una separación y en ella, cierta perspectiva de visión, la cual me hace comprender, que he sido una víctima, no de mi mismo, sino de “todo aquello que sin saber cómo ni porque, lo hice mío, en la falsa creencia de la justicia propia y el falso deseo de la baja moralidad de aquel o aquello” que sin saber cómo ni por qué, ajeno totalmente a mis deseos, me suplanto durante ese periodo de tiempo llamado vida, el cual , me está dando una oportunidad de comprender lo que fui, para entrar siendo yo mismo, en lo que seré.
- ¿He vencido a “algo” desconocido y negativo para mí?…Creo que sí. Pero ese triunfo, no ha estado conseguido solo por mí mismo, aunque hayan sido en mi cuerpo los estigmas y los fracasos. Los demás, todos, han manifestado su presencia y su razón .vislumbradas por mí, en la presencia razonada de una imagen neutral, como corresponde a la legitimidad de todo aquello, que te concierne y te convive. Y además, mantengo lo que digo. Pues esta todo, tan bien diseñado y compartido; “No juzgues a los demás y no te juzgaras a ti mismo”.
Pero ALGO ME SALVA. En realidad yo no deseo mal alguno a ninguna persona, sea quien sea. Censuro todo aquello que atenta contra del respeto, la dignidad y el derecho a participar que todos tenemos y que al parecer algunos se han adueñado de ese derecho, sin otra explicación que la política… remuneraciones… privilegios… aforamientos… ¿Quiénes son y para qué son? Dicen que están para hacer crecer. Yo creo que están más bien para ofender y empobrecer. Con lo cual, no sé si serán Buenos días, pero yo deseo que lo sean.
